Todos sabemos que existen alimentos y bebidas que nos perjudican la salud y también nuestra piel, como por ejemplo el exceso de azúcar, café, alcohol, frituras, entre otros muchos alimentos que si los consumimos en exceso nos pasarán la cuenta.
Sin embargo, hay otros alimentos catalogados como “inofensivos” y que de todas maneras pueden ser dañinos para nuestra salud y piel, como es el caso del pan tostado.
De acuerdo al medio “El País” la culpa no la tiene el pan en sí mismo, sino la reacción química conocida como glicación, que genera productos tóxicos dentro del organismo relacionados con el proceso de envejecimiento.
No importa si es pan tostado al horno, al sartén, en tostadora o los que venden en los supermercados. La reacción química que resulta de esta mezcla es perjudicial para la salud porque las glicotoxinas cumplen un rol fundamental en el envejecimiento prematuro y el desarrollo de enfermedades crónicas relacionadas con la edad, como la diabetes, el fallo renal y la enfermedad cardiovascular. Esto puedes notarlo en la dermis, ya que se acumulan en los fluidos, órganos internos y externos, lo que genera más arrugas en la piel
María Dolores del Castillo, bioquímica del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de España, quien participó en un estudio de la American Society for Nutrition, afirma que:
“La restricción en nuestra dieta del consumo de glicotoxinas disminuirá su acumulación en órganos y tejidos y sus efectos nocivos podrán revertirse en menor o mayor grado dependiendo de cada caso.”
Entre los alimentos que producen esta nociva reacción química están el azúcar. Glicación proviene de la palabra Glucosa y es el resultado de la reacción del organismo a los azúcares que consumimos en los alimentos, lo que es cada vez más común a causa de nuestros malos hábitos alimentarios.
La revista “Nature” considera este alimento en un mismo nivel nocivo que el alcohol y el tabaco, ya que es perjudicial y genera adicción.
La glucosa proveniente de los carbohidratos, al encontrarse con las fibras de colágeno y elastina, se adhieren a ellas, las vuelve rígidas y éstas se van “caramelizando”, como ocurre con el pan tostado.
Otra forma de acelerar el envejecimiento es consumir alimentos que ya están glicosilados, porque este proceso de “caramelización” también puede darse por la acción de altas temperaturas de cocción, como en las las frituras.
También están las barbacoas, donde la carne y la grasa entran en contacto directo con el fuego, y durante este proceso de cocción se generan productos tóxicos que aceleran el envejecimiento y perjudican la salud.
Los expertos recomiendan limitar el consumo de estos alimentos, como los panes tostados, frituras y carne asada para evitar un envejecimiento prematuro. Además, aconsejan utilizar técnicas de cocción saludable, como el horneado, la plancha o el vapor, de esta forma se preservan la mayor parte de los nutrientes y se generan muy pocos o nada de contaminantes, como la glicotoxinas y acrilamida.
Jamás habría imaginado que una tostada sería perjudicial para mi salud.
