Las uvas crecen en racimos, que pueden contener entre seis y trescientas de ellas. Son el fruto de la vida y, además de consumirse frescas, se las usa para producir mosto, vino y vinagre. Son uno de los pilares de la cocina mediterránea junto con el aceite de oliva y el trigo.
Esta fruta se cultiva desde el 3.000 a. de C., aunque fueron los romanos quienes más fomentaron su producción. Hay variedades de uvas de mesa (para consumir frescas o como pasas) y uvas viníferas (que son más ácidas). Negras, moradas, amarillas o rosadas, todas las uvas poseen grandes beneficios para la salud.
Las uvas son ricas en polifenoles, compuestos que protegen las células de agentes dañinos como los radicales libres o los tóxicos. Es un tipo de polifenol llamado resveratol el que se encuentra en la piel de las uvas violetas y es muy beneficioso para el corazón.
Además, según un artículo de la Fundación del Corazón, un racimo de uvas puede suplir más del 15% de la ingesta diaria recomendada de potasio, que regula la presión arterial reduciendo los niveles de sodio en la sangre.
También poseen vitamina B, de suma importancia para metabolizar las grasas e hidratos de carbono.
Al ser ricas en fibra, son un excelente laxante natural y combaten el estreñimiento si se comen con piel y semillas.
También son un efectivo energizante gracias a su contenido de azúcares y carbohidratos, por lo que son recomendables si realizas gran cantidad de actividad física o necesitas algo que te vigorice.
Su aplicación tópica además ayuda a embellecer la piel gracias a su gran capacidad de hidratación, que también combate las arrugas y los síntomas de la sequedad. Puedes aprovechar estos beneficios preparando na mascarilla, licuando un pocillo de uvas en la licuadora hasta conseguir una pasta homogénea, y dejando actuar en tu piel por 15 minutos.
Tres recetas para incorporar uvas en tu dieta
Ensalada de uvas, lechuga y nueces
Ingredientes:
- 1 lechuga romana
- 2 tazas de uvas cortadas a la mitad y sin semillas
- 1/2 taza de queso azul (puedes omitirlo para preparar una versión vegana)
- 1/2 taza de nueces
- 2 cucharadas de vinagre balsámico
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto (opcional)
Preparación
Lava bien las hojas de lechuga y déjalas secar. Córtalas en trozos grandes con tus manos y ponlas en un recipiente. Añade una taza de uvas, el queso azul y las nueces.
Pon la otra taza de uvas en una licuadora o procesadora, junto con el vinagre balsámico y el aceite de oliva. Licúa hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
Vierte este aderezo sobre la ensalada, mezcla bien y sirve (puedes agregar sal y pimienta para sazonar).
Smoothie de cuatro frutas
Ingredientes
- 1 taza de moras
- 2 manzanas peladas y picadas
- 1 y 1/2 tazas de frambuesas
- 3/4 de taza de uvas sin semillas
- 3 cucharadas de azúcar u otro endulzante (opcional)
- 1 bandeja de cubos de hielo
Preparación
Pon en la licuadora todos los ingredientes y licúa hasta obtener una preparación cremosa y suave.
Ensalada de brócoli y uvas
Ingredientes
- 1/2 taza de mayonesa
- 2 cucharadas de vinagre balsámico
- 2 cucharadas de azúcar u otro endulzante
- 4 tazas de flores de brócoli rebanadas
- 2 tazas de uvas cortadas al medio
- 1/2 taza de cebolla morada cortada en pequeños cubos
- 1/2 taza de nueces pecan picadas
Preparación
Mezcla la mayonesa, el vinagre y el azúcar en un recipiente grande. Añade el brócoli, las uvas y la cebolla mezclando bien para incorporar los ingredientes con el aderezo. Agrega las nueces y mezcla nuevamente (aconsejamos reservar algunas para rociar encima una vez revuelta).
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