El yogur es maravilloso y es excelente para favorecer la flora intestinal. Su textura suave y fresca que encanta el paladar proporciona vitaminas, minerales y nutrientes al organismo. No te conformes con lo que la industria no ofrece, hoy te enseñamos a hacerlo a tu gusto. Pues el dicho que reza que para que las cosas estén bien hechas, debemos hacerlas nosotros mismos, nunca estuvo tan acertado. El yogur no es nada más que leche fermentada, es decir, millones de bacterias que se convierten en ácido láctico. Si te involucras en su preparación puedes controlar los ingredientes, sobre todo la cantidad de azúcar y los conservadores.
El día de hoy te enseñaremos a que busques el objetivo final: que sea beneficioso para la salud y que tenga la seguridad de que el producto que se consume no tiene ingredientes industrializados. Las empresas llenan de colorantes y aromatizantes los yogures para darles sabor, aroma y un color que nos atrapa. No hay nada como saborear una rica consistencia cremosa mezclada con fruta y ver como se tiñe de forma natural. Lo casero es lo mejor.
Sólo debes seguir tres pasos: poner, mezclar y esperar, literalmente, se hace solo.
Ingredientes
2 litros de leche entera
½ taza de yogur natural sin azúcar (100 g)
1 cucharada de azúcar (10 g)
Preparación
Poner la leche entera en una olla y alentar. No dejar que hierva, ya que cambiaría el sabor del yogur. Mantener durante 10 minutos a unos 90 ºC para que se pasteurice.
Justo antes de que hierva, apagar la llama y dejar que enfríe. Con ayuda de un termómetro, verificar que esté a unos 40 ºC. En caso de no tener termómetro, meter el dedo meñique en la leche y contar 20 segundos sin quemarte , ahí está en su punto.
Añadir la cucharadita de azúcar y remover de manera uniforme.
Verter el yogur y batir muy bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Vaciar en un molde y tapar con papel aluminio para después envolver con un trapo de cocina.
Dejar el molde bien tapado durante 4 horas para que empiece el proceso de fermentación.
Abrir y escurrir el suero que soltó y, con ayuda de una cuchara, batir la mezcla.
Finalmente, poner en un recipiente con tapa y dejar en el refrigerador durante la noche, al despertar tendrás yogur, sano y rico.
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