Para muchos, esta receta les traerá recuerdos de la infancia. No podían faltar en las meriendas.
Muy similares a las famosas rosquillas en forma y tamaño, estos dulces tienen el plus de que se hornean y tienen un aromático olor a naranja.
Nada se compara como una naranja recién exprimida ¿o si? Y la podemos aprovechar aún más rallando su piel para darle aún más sabor a la masa.
¡Manos a la masa!
Ingredientes (55 a 60 unidades)
- 2 huevos grandes
- 110 gramos de azúcar
- Ralladura de 1/2 naranja
- 100 ml de zumo de naranja
- 80 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 sobre de gasificante (azul y blanco)
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de levadura química
- 480 gramo de harina de repostería
- 1 huevo y azúcar para cubrir.
Preparación
1. Precalentar el horno a 180ºC y preparar las bandejas.
2. En un recipiente colocar los huevos y añadir el azúcar. Batir hasta disolver bien el azúcar. Colocar el zumo de naranja, la ralladura y el aceite y seguir batiendo.
3. Agregar el gasificante, la levadura química y la harina poco a poco revolviendo con una cuchara grande.
4. Amasar a mano hasta obtener una masa suave, moldeable y un poco húmeda, no muy pegajosa. Hacer los rollitos. Si fuere necesario, agregar un poco más de harina para poder hacer la forma de los rollitos.
5. Colocar los rollitos en las bandejas dejándolos un poco separados entre sí.
6. Batir el huevo con un poco de azúcar y pintar los rollitos.
7. Hornear entre 12 a 15 minutos. Vigilar que estén cocidos y dorados.
8. Dejar enfriar sobre una rejilla.
Estos rollitos quedan crujientes pero no muy duros. Acompaña tu café, té, leche o chocolate caliente con estas delicias. Puedes conservarlos en una caja hermética durante varios días.
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