Esta harina es un producto que se obtiene de la molienda de la semilla de la planta de amaranto, la misma que civilizaciones antiguas, como los Aztecas, utilizaban para alimentarse y nutrirse.
Como cualquier otra harina, la de amaranto puede utilizarse en la cocina para la preparación de innumerable cantidad de platillos, con los que puedes aprovechar al máximo sus propiedades, entre las que destacan:
1.- Esta harina es ideal las personas intolerantes a alimentos con gluten, una proteína que está presente en productos con trigo, cebada, centeno.
2.- Si eres alérgico al gluten o sufres de enfermedad celíaca, sustituye en tus recetas la harina de trigo con harina de amaranto, y obtendrás el mismo sabor y consistencia.
3.- Más del 15 por ciento de su peso está compuesto de proteínas, bastante más que otro tipo de harinas.
4.- Es rica en calcio, casi el doble que la leche de vaca.
5.- La semilla de amaranto es alta en aminoácidos como la lisina que ayuda a que el sistema digestivo absorba mejor el calcio.
6.- Tiene grandes cantidades de tocotrienol, una tipo de vitamina E que ayudaría a disminuir los niveles de colesterol.
7.- Puede contener hasta cinco veces más hierro y el triple de fibra que la harina de trigo.
8.- Si comes diariamente 150 gramos de amaranto estarías consumiendo más de 100 por ciento de las proteínas que un adulto necesita.
9.- Una taza de amaranto puede contener 14 por ciento de la dosis diaria necesaria de vitamina C y 80 por ciento de hierro.
10.- Algunas pruebas realizadas en laboratorios demostraron que el extracto de semilla de amaranto contiene altos niveles de compuestos vegetales llamados “fenoles”, los mismos que han demostrado un efecto protector en la sangre y el hígado en ratas expuestas al etanol.
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