Hay muchas dudas sin resolver en este mundo y demasiados puntos de vistas diferentes como para alcanzar consensos sobre uno u otro tema. Sin embargo, de algo sí estamos seguros y podemos afirmarlo firmemente: Todos aman las papas fritas.
El problema es que dependiendo de cómo hayan sido cocinadas pueden ser muy perjudiciales para nuestra salud. Desafortunadamente, suelen prepararse con aceites de mala calidad que además han sido usados y re usados muchas veces y siempre a altas temperaturas; Sin embargo, no tenemos por qué renunciar a ellas.
El día de hoy te explicamos cómo las puedes preparar en casa de tres maneras diferentes para que sean una receta más saludable para comer de vez en cuando y para que puedas reducir los efectos dañinos que tienen cuando no ser cocinan de manera saludable.
Las papas fritas que compramos
Para que las papas fritas sean más saludables, el primer paso es que las preparemos en casa nosotros mismos, ya que es la única manera de garantizar su calidad. Esto nos permitirá comerlas habitualmente acompañando otros platos, mientras que si las comemos fuera de casa deberíamos intentar evitarlas siempre.
Las papas fritas que nos sirven en cualquier lugar son perjudiciales por los siguientes motivos: Están elaboradas con aceites de mala calidad (los llamados aceites comestibles, procedentes de soja transgénica y otros aceites de origen vegetal) que se transforman en grasas trans al ser cocinados a altas temperaturas, de manera que causan toxicidad a nuestro organismo. Además, suelen usarse muchas veces.
Tienen un contenido graso altísimo, ya que se fríen en abundante aceite. La papa que compramos es en realidad una mezcla de puré de patata con otros ingredientes poco saludables. Contienen mucha sal refinada y todas estas características contribuyen a empeorar nuestra salud:
- Aumentan los niveles de colesterol y triglicéridos
- Ayudan al sobrepeso y la celulitis
- Sobrecargan el hígado y los riñones
- Empeoran la hipertensión arterial y la retención de líquidos
- Causan acidez, que es el origen de las enfermedades
A continuación te presentamos los pasos fundamentales para unas buenas papas fritas. Para elaborar una deliciosas y saludables papas fritas, debemos seguir siempre estos consejos:
Conseguir papas de calidad, a ser posible que sean ecológicas, que no tengan brotes.
Usar aceite de oliva de primera presión en frío.
Condimentar con sal marina fina sin abusar.
Usar recipientes libres de teflón, como los de cerámica, cristal, acero inoxidable, hierro fundido, etc.
1. Papas fritas menos ácidas
Un truco culinario que nos llega desde oriente, para quitar gran parte de la acidez que adquieren los alimentos al freírse, consiste en añadir al aceite, mientras se fríen las papas, un par de ciruelas umeboshi, que son un alimento medicinal excepcional con muchas propiedades. Estas ciruelas absorben parte de la toxicidad sin alterar el sabor. No deberemos comer las ciruelas que se hayan frito, aunque sí podremos comernos una después de la comida, para contrarrestar los efectos perjudiciales.
2. Papas fritas pero horneadas
Cortar las papas en tiras, del mismo modo que cuando se fríen y poner en una bandeja del horno. Antes de hornearlas nos aseguraremos de pintarlas bien con el aceite de oliva para que queden bien crujientes. De esta manera conseguiremos unas papas horneadas que serán casi idénticas a las fritas, pero con mucho menos aceite.
3. Papas cocidas y fritas
Otra manera de que las papas no absorban tanta cantidad de aceite consiste en hervirlas primeramente unos 10 minutos, cortadas ya en tiras, para que pierdan la dureza. Después, las dejar escurrir bien para que no salte el aceite y freír hasta que adquieran la consistencia habitual.
Sugerencias nutricionales
La papa es una fécula, por lo que recomendamos para una mejor digestión combinarla siempre con algo vegetal (verdura, ensalada, fruta) y algo de proteína (carne, pescado, huevo, legumbre). Además, si hacemos esta combinación, los efectos de su consumo serán mucho más beneficiosos para nuestro organismo. En cambio, no recomendamos combinarlas con otras féculas o harinas, como bocadillos, pizza, pasta, etc., ya que eso dificultaría la digestión, sobrecargaría nuestro organismo y contribuiría a crearnos depósitos de grasa indeseados. Ya sabes cómo conseguir papas más saludables.