La Leche es un alimento primordial durante los primeros meses y años de vida de seres humanos y animales. Pero en la medida que comenzamos a crecer y nos convertimos en adultos, la leche deja de tener esa prioridad y la vamos dejando de lado. Tal vez agreguemos unas gotas o cucharadas al café o la consumimos de otras formas como en los yogures, queso, etc.
Existen personas que ya no quieren la leche de vaca, se han cansado de su sabor o prefieren consumir productos vegetales. Actualmente, el mercado ofrece varias alternativas, dependiendo del gusto o las necesidades de cada persona.
Un ejemplo es la leche preparada a base a frutos secos, como la de almendra o nuez. Las dos son excelentes para el organismo, ya que nos aportan vitaminas, ayudan a reducir el colesterol y regulan la digestión.
También está la leche de avena, una alternativa que probablemente desconocías pero que es ideal para quienes se han propuesto bajar de peso.
La avena tiene un efecto saciante, y por eso mismo se aconseja beberla al desayuno. Al igual que la leche de almendras y nuez, la de avena también ayuda a bajar el colesterol y para regular la digestión.
La leche de arroz se ha popularizado en los últimos años. Pero es importante diferenciar la leche y el agua de arroz. La primera se elabora con granos de arroz, frescos, molidos y cocidos, y después fermentados.
Muy buenas estas alternativas de leches vegetales en especial por sus propiedades.