Las Clásicas Galletas De Mantequilla Pueden Ser Aún Más Deliciosas

El origen de las galletas de mantequilla, se remonta al siglo XII, dónde se recoge la primera receta escrita. Es de origen Británico, y son muy populares para acompañar el té. Las galletas en origen apenas llevaban azúcar y eran más compactas que las que conocemos hoy en día. Una galleta era una oblea plana y delgada, dura, cuadrada y ” doblemente cocida”. Su origen y su evolución son evidentes en los nombres que ha recibido a lo largo de la historia. Alrededor del s.III a.c, la galleta apareció en Roma como un delgado bizcocho: bis coctum en latín, literalmente ” dos veces cocido “, como alusión a su poca humedad en comparación con la del pan o la de un pastel. Para ablandar estas galletas, los romanos solían untarlas en vino.

Ahora están en todos lados, en cualquier tienda de abarrotes, en supermercados y muchos mantienen siempre unas cuantas galletas de mantequilla en la alacena para acompañar un té, un café o una rica taza de leche. Así que para que sigas disfrutando de estas maravillas, te enseñaremos una receta que de seguro te encantará.

INGREDIENTES

(Aproximadamente para 40 galletas medianas)

225 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.

150 gr de azúcar flor. Cuanto más fina mejor.

1 huevo. .

1 ó 2 cucharadas de extracto, esencia o aroma de vainilla.

Media cucharadita de sal.

400-420 gr de harina.

Puede ser harina de repostería, pero no debe tener levadura, eso arruinaría la receta, también puedes usar harina de trigo, pero ambas, tanto la de repostería como la harina común deben tener menos de 10 gr de proteínas por cada 100 gr.

Esta información la encuentras en el envoltorio, donde están los ingredientes y valores nutricionales, con esta harina lograremos que nuestras galletas queden más lisas y podremos decorarlas mejor.