Existen culturas donde las personas comen en el suelo o sobre un cojín, pero de la forma que sea lo hacen sentados.
Esto se debe a que la alimentación es tan importante como el sueño y por eso, nuestro cuerpo necesita estar cómodo durante este proceso.
Comer de pie o apresuradamente, provoca consecuencias similares a dormir sentados o incómodos, en lugar de acostados en una cama.
Al comer, tu cuerpo es consciente de esa acción. Al estar concentrados en eso, nuestro cerebro asimila la comida y no siente la necesidad de comer más de lo debido. Pero, si lo hacemos de pie o estamos concentrados en otra cosa, probablemente terminemos comiendo más.
Al comer sentados, el cerebro envía la señal una vez que estamos satisfechos; sin embargo, al comer parados, esta señal llega cuando ya hemos comido más de lo que deberíamos.
Además, para nuestro cuerpo, es más natural estar sentados al alimentarnos y así podrá seguir sus ritmos biológicos y tendrás una buena digestión. Si estamos incómodos es probable que influya en una mala digestión.
¡A comer sentados desde ahora!