Las salsas de miel y mostaza son una combinación de ingredientes que realza el sabor de carnes y pescados. Si te gustan los sabores diferentes, esta receta de pechugas con salsa de miel y mostaza te encantará. Es una salsa muy fácil de hacer, en la que el sabor intenso y levemente picante de la mostaza queda matizado con el dulzor de la miel.
Para que la salsa sea quede perfecta te recomiendo emplear una mostaza de buena calidad. También recomiendo elegir una miel que sea de sabor intenso, para que no quede opacada por la mostaza.
Utensilios para hacer pechugas de pollo con salsa de miel y mostaza
Una fuente para hornear
Sartén para dorar las pechugas y hacer la salsa
Cuchillo afilado
Tabla de cortar
Ingredientes
(Cantidades para 3 o 4 porciones)
1 pechuga de pollo cortada a la mitad
100 g de miel (7 cucharadas)
80 g de mostaza (4 cucharadas)
200 ml de nata para cocinar
150 ml de caldo de pollo
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
Ramita de romero (opcional)
Preparación
Salpimenta las pechugas de pollo. Asegúrate de que están bien limpias, sin restos de grasa.
Vierte un poco de aceite de oliva en una sartén y, cuando esté bien caliente, dora las pechugas por ambos lados. No tienen que hacerse del todo, sino simplemente sellarse y adquirir un tono dorado. Cuando estén listas, resérvalas.
Precalienta el horno a 180 ºC.
Para aprovechar los jugos que ha soltado el pollo, en la misma sartén añade la nata, el caldo, la miel, la mostaza. Si vas a aromatizarla con el romero, separa las hojitas de la rama e incorpóralas también.
Coloca las pechugas en una fuente para el horno y cúbrelas con la salsa de miel y mostaza. Cuida que la fuente no sea excesivamente grande para que las pechugas queden bien cubiertas con la salsa.
Cocina el pollo en el horno a 180 ºC durante 20 minutos aproximadamente. En medio de la cocción puedes abrir el horno y rociarlas con un poco de la salsa para evitar que se sequen en exceso.
Pasado el tiempo de cocción, saca la bandeja del horno. Verás que las pechugas están bien hechas y que la salsa de miel y mostaza ha espesado ligeramente. Si quieres una salsa aún más espesa, retira las pechugas y deja la salsa en el horno durante otros 15 minutos para que reduzca un poco más y su sabor se vuelva más intenso.
Finalmente, presenta esta deliciosa receta de pechugas con salsa de miel y mostaza. Para ello corta las pechugas en trozos del grosor que más te guste y cúbrelas con la salsa.
Salpimentar las pechugas de pollo
Dorar las pechugas por ambos lados
Incorporar los ingredientes de la salsa de miel y mostaza
Y dejar reducir hasta obtener una salsa homogénea
Y ya están listas las pechugas de pollo con salsa de miel y mostaza
Consejos para preparar las pechugas con salsa de miel y mostaza
Con la proporción de ingredientes indicada, obtendrás una salsa de sabor bastante intenso. Sin embargo, puedes ajustar la cantidad de ingredientes a tu gusto. Si no te gusta mucho la mostaza puedes agregar menos. De igual forma, si estás intentando hacer una dieta baja en azúcares, disminuye la cantidad de miel. En este último caso te recomiendo también añadir menos líquido, pues la miel actúa como espesante de la salsa.
Puedes emplear esta misma salsa para acompañar filetes de pollo hechos a la plancha o cualquier otra receta a base de pollo.
Ideas para acompañar las pechugas con salsa de miel y mostaza
En la imagen puedes ver una guarnición que es perfecta para esta receta. Se trata de unas patatas asadas al horno con especias. En todo caso, el plato estará rico con cualquier guarnición a base de patatas: fritas, en gajos, salteadas…
La salsa de miel y mostaza que acompaña esta receta combina muy bien con el arroz. Prueba el plato con un delicioso y aromático arroz basmati para darle un ligero sabor exótico.
Para disminuir un poco el aporte calórico, ya que el plato incluye una buena cantidad de miel, con unas verduras al vapor. Quedarán muy ricas con la salsa y aportarán pocas calorías adicionales.
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