Las golden berry, “tomatitos silvestres”, “aguaymanto” o “capulí”, son frutos nativos de latinoamericano (específicamente de Perú), y se les conocen desde la época de los incas.
En esos tiempos era una planta del jardín de los nobles y fue cultivada en el valle sagrado. Por lo general, crece en áreas cálidas y secas, cercanas a los Andes; y puede alcanzar una altura entre 0. 6 a 0.9 metros.
Aunque a sus frutos se les llama berries en realidad son más parecidos a un tomatillo. Son bayas de color amarillo anaranjado, de forma redonda y de 1.5 centímetros a 2 centímetros del diámetro. Tienen una cáscara que no se debe comer (es tóxica), y tiene la textura del papel.
Cuando están maduras, las golden berries tienen un sabor agridulce o algo amargo aunque agradable.
La importancia de este fruto está en su contenido de minerales y vitaminas; elementos indispensables para el crecimiento, desarrollo y correcto funcionamiento de los diferentes órganos del cuerpo.
Son una fuente de provitamina A (3 000 u.i. de caroteno por 100 g) y vitamina C, así como de algunas vitaminas del complejo B (tiamina, niacina y vitamina b12). Sus niveles de proteína y fósforo son excepcionalmente altos, pero los niveles de calcio son bajos.
A pesar que en algunos lugares puede ser difícil conseguirlas frescas, las puedes adquirir deshidratadas, y seguirán conservando muchas de sus propiedades.
Beneficios para la salud
Las golden berries son excelentes para el sistema digestivo, ya que contienen cantidades mucha fibra, por lo que facilitan el movimiento intestinal, y ayudan a eliminar toxinas.
Protegen el colon, el estómago y el intestino de la proliferación de células cancerígenas.
Al ser diuréticas, se recomiendan también para los problemas de próstata.
Las vitaminas que contienen ayudan a purificar la sangre, tonifican el nervio óptico y alivian afecciones bucofaríngeas.
Aunque sean útiles para tratar o prevenir muchas enfermedades típicas de la vejez, también son frutas ideales para niños y estudiantes, porque son alimentos energéticos y que mantienen alerta el cerebro.
También se les atribuyen otras propiedades, como disminuir los niveles de colesterol en sangre, favorecer la cicatrización de heridas, reducir complicaciones bronquiales y contrarrestar los síntomas de la menopausia.
Cómo consumirlas
Si tienes la posibilidad de conseguirlas fácilmente, lo mejor es incorporarlas frescas a tu dieta. Si no, puedes buscarlas deshidratadas, y añadir un puñado cada día en tus smoothies, al yogur o a los cereales. En algunas regiones se usan para hacer dulce con ellas.
¿Conocías este fruto?