Sabes de su existencia y probablemente lo has visto o comido en los restaurantes más lujosos y en las más elegantes fiestas. Quizá te haya seducido su extraordinaria consistencia y su sabor salado.
Incluso puede que hayas considerado comprar un buen caviar y, al ver su precio en el supermercado, te hayas preguntado por qué es tan caro y tan exclusivo. Primero veamos qué es el caviar.
Se llama caviar a las huevas de esturión curadas con sal, también conocidos como huevos de pescado. La hueva proviene del esturión beluga, un pez que sólo puede ser hallado en los mares Caspio y Negro, cerca de Rusia y Medio Oriente. Es una delicadeza muy rara cuyos precios oscilan entre los 300 y los mil dólares por cada 30 gramos.
Algunas personas pueden decir que su elevado precio se debe a su posición como símbolo de estatus, pero en realidad hay mucho más detrás de este producto.
Por ejemplo, está el período de gestación de los esturiones que depende de la especie. Si toma de dos a cuatro años para que un salmón se reproduzca, a los esturiones les toma ocho veces más tiempo: el primer desove ocurre entre los 15 y 20 años.
Otra buena razón es su escasez. En el siglo XIX, el caviar se volvió muy popular, por lo que la sobrepesca y la extinción de distintas especies de esturión llevó a una prohibición gubernamental de la pesca de esturiones silvestres para protegerlos de la desaparición total.
Sin embargo, y a pesar de estas medidas, la gente seguía pidiendo caviar. De esta forma, se implementaron granjas de esturiones en todo el mundo que elevaron aún más el precio del producto: las empresas debían cuidar del esturión, proveerle agua limpia y un hábitat ideal, alimento y tratamiento si el pez se enfermaba. El costó de producción se elevó considerablemente.
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