Cuando hablamos de la alergia al huevo, nos referimos a una reacción que puede sufrir el cuerpo de nuestros pequeños ante ciertas sustancias presentes en la clara. Alrededor del 3% de los infantes puede padecer alergia al huevo durante los dos primeros años de vida, sobre todo entre los primeros 6 y 12 meses. Junto a la alergia a la leche es la más común; afortunadamente, a medida que crecen, aumenta también la tolerancia.

El huevo: propiedades y alergia

• El huevo está compuesto por proteínas de alto valor biológico: esto significa que son de fácil digestión y que poseen la cantidad idónea de aminoácidos esenciales para el ser humano, el 94% diario recomendado (estos aminoácidos no los fabrica el organismo y deben consumirse de forma externa).
• Aporta las mismas calorías que una  fruta.
• Es muy fácil de preparar y consumir.
• Contiene vitamina D de forma natural, vitamina esencial para la absorción del calcio: este tipo de vitamina se encuentra especialmente en alimentos como los pescados grasos (100 gramos de salmón contienen el 90% de vitamina D diaria recomendada), pero también se encuentra en otros alimentos como la leche y el huevo, aunque en menor medida (36% de la cantidad diaria recomendada cada 100 gramos de alimento).
• Contiene ácido fólico (25% de la cantidad diaria recomendada), esencial para el correcto desarrollo físico e intelectual de los niños.

Otro aspecto importante es la presencia de colina, una vitamina natural que influye positivamente en el desarrollo del cerebro y la vista, por lo que es importante que las mamás lo consuman tanto en el embarazo como en la lactancia. Además, el huevo posee grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas (beneficiosas para el organismo) en la yema y proteínas de alto valor biológico en la clara.

El componente del huevo que produce la alergia es la clara, ya que contiene un mayor número de ovoalbúmina, ovomucoide y lisozima que la yema, las proteínas que son la fuente más frecuente de alergia. Se trata de una reacción adversa causada por un mecanismo inmunológico que se produce por la ingestión y el contacto con huevo, que se producirá siempre que se consuma este alimento y no solo sucede con el huevo de gallina; los de codorniz, ganso y el de más aves también pueden causar alergia.

A la hora de hacer la compra, fíjate en las etiquetas de los alimentos ya que algunas pueden hacer referencia al huevo con otros nombres, como albúmina, ovoalbúmina, lecitin, etc. Es importante informar al médico sobre esta alergia ya que algunos medicamentos y vacunas incluyen componentes derivados del huevo.

Alergia al huevo: detección y síntomas

Ahora que conocer todas las ventajas del huevo y por qué se produce la alergia a este alimento, ¿cómo puedes estar seguro de que tus hijos son alérgicos al huevo? Pueden manifestar algunos síntomas como los siguientes:

• Manifestaciones en la piel, como urticaria.
• Dermatitis atópica.
• Angioedema en lengua, paladar…
• Dolores abdominales, nauseas, vómitos o diarrea.
• Lagrimeo o picor nasal.

Si  presentan estos síntomas tras ingerir huevo, es recomendable acudir a un especialista, donde le realizarán un estudio alérgico completo, que incluye la historia clínica más los síntomas, la realización de pruebas cutáneas con huevo y sus fracciones de proteínas, además de otras pruebas cutáneas con el resto de alimentos sospechosos que hayan podido coincidir.

6 maneras de evitar la alergia al huevo

Si tus niños sufren alergia al huevo puedes compensar la falta de nutrientes que estos nos aportan dándoles: