Mucha gente no entiende el peligro sanitario que puede producir consumir frutas o verduras mal lavadas, mal conservadas o mal higienizadas…
Sin más preámbulo, esto nos puede provocar contraer bacterias como la E. Coli, pero también podemos infectarnos con Salmonella, Shigella y Listeria. Además, sin no lavamos bien estos alimentos, podemos ingerir los pesticidas, insectos, abonos, tierra y fitosanitarios que contienen.
¡Sólo te demorarás 5 minutos!
Te explicaremos todo lo necesario, para que entiendas la importancia de la limpieza de frutas y verduras.
Lo recomendable es consumir las frutas o verduras, 2 a 4 días posterior de la compra de estos, y mantenerlas en todo momento refrigeradas.
La fruta y verdura debe guardarse en los cajones de la nevera recomendados para este tipo de alimentos, ya que allí se mantendrán a la temperatura perfecta.
Los plátanos, boniatos, cebollas, ajos, calabazas enteras y patatas no es necesario guardarlos en la nevera sino en un lugar fresco y seco.
Cómo lavar y almacenar la fruta
- La fruta se debe lavar siempre, aun cuando esta se consuma pelada.
- Se debe lavar justo antes de consumir.
- Luego debes quitarle el exceso de agua con papel de cocina.
- Para las frutas pequeñas (uvas, fresas…) debe hacerse con un colador.
- En el caso de frutas con piel dura, puedes usar un cepillo para limpiarlas mejor.
- Siempre elige frutas sin cortes ni golpes.
Es importante aprender a lavar los vegetales, ya que hacerlo de mala manera, puedes provocar la perdida de todos sus nutrientes.
Por ejemplo, si dejas los vegetales en agua por un largo periodo de tiempo, estos perderán vitaminas hidrosolubles.
La técnica consiste en lavarlas bajo el grifo del agua por unos segundos, mientras le quitas cualquier rastro de tierra, insectos o cualquier sustancia extra.
Evitar la contaminación cruzada
Es importante no sólo la limpieza de los vegetales y frutas, sino también de tus manos.
Por ejemplo, si tocas carne, pescado o huevo crudo, es necesario que te laves muy bien las manos para no evitar la infección cruzada de frutas y verduras que vayas a consumir crudas. Cómo también cualquier utensilio (cuchillo, tenedor, tabla de cocina) que haya estado en contacto con lo nombrado anteriormente.
De esta manera, evitara que tu familia se intoxique de Salmonella u otra enfermedad.
¿Te diste cuenta lo fácil que es evitar la contaminación de los alimentos?
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