Según la clasificación oficial y la OMS, la leche evaporada es la que se elabora quitando el agua a la leche fresca mediante calor.
Pero la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (AGALEP), alertó que la industria lechera de ese país estaba utilizando leche en polvo para elaborar lo que se vendía como “leche evaporada”, y eso no estaba permitido.
Pero los denunciantes sostuvieron que grupos como Gloria y Nestlé estaban comercializando, bajo ese nombre, un producto a base de leche en polvo y derivados vegetales, que no contenía leche fresca y era muy diferente a ella.
En ese momento Panamá decidió suspender la importación de un producto llamado “Pura Vida” a su territorio, alegando que su envase indicaba que era leche, sin embargo no contenía leche de vaca. Entonces el grupo Gloria admitió que era leche de soya.
Al tratarse esto de marcas que exportan (como Gloria) o que no son exclusivas de Perú (como Nestlé), el problema se vuelve internacional ya que cualquier persona que compre algún tipo de leche que no es fresca debería asegurarse de qué es lo que está tomando.
¿La Leche es buena para la salud?
Aunque fue considerada durante décadas como un producto de primera necesidad e indispensable para los niños, eso actualmente está cuestionado.
Varios estudios, incluyendo uno hecho por la Universidad de Harvard investigan los pro y los contra de consumir leche de vacuno, llegando a la conclusión de que sería mejor eliminarla de la dieta por su alto contenido de grasas saturadas y su posible relación con algunos casos de cáncer.
La OMS y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria recomiendan lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y un mínimo de dos años tomando el pecho. Por lo tanto es muy cuestionado el hecho de que los niños tomen leche de vaca desde muy pequeños. Sin embargo, independiente de los casos en los que hay que buscar alternativas porque la mamá no puede amamantar, en muchos otros los médicos no recomiendan que el bebé amamante hasta los dos años.
Además si la leche materna es suplantada por productos de dudosa procedencia, entonces el desarrollo de los bebés y niños podrían ser graves.
¿Qué estamos consumiendo?
Lo mejor para asegurarnos qué estamos consumiendo es leer la letra chica de los envases o contra cara. En ese lugar se debe especificar cuál es el contenido del producto. No debemos dejarnos llevar por el color del envase o los dibujos que tenga pensando que son adecuados para niños, y ahora tampoco el hecho que diga “leche” significa que realmente la tenga.
Si miramos la parte del envase en donde aparecen los ingredientes, podremos distinguir una leche evaporada de una leche elaborada con leche en polvo y otras sustancias, por ejemplo.
La leche evaporada solamente debería contener leche, no otros ingredientes. Si contiene agua, leche en polvo, o productos vegetales (aceites por ejemplo), entonces se trataría de un producto diferente.
Además, incluso la leche evaporada no es lo mismo que leche fresca; y menos que leche orgánica. Sin hablar de los cuestionamientos que existen acerca de que la leche de vaca sea saludable. Lo importante, entonces, es recordar, siempre, que lo que dicen o sugieren los envases con sus nombres y diseños no es siempre la verdad.
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