Los pimientos morrones son originarios de América Central y del norte de Sudamérica. A diferencia de los pimientos picantes que se usan como especias, estos se consumen como verduras y están presentes en diversas recetas de todo el mundo en donde las incorporan tanto crudos como cocidos.
Dependiendo del grado de maduración del vegetal estos tienen diversos colores y sabores, los morones verdes se vuelven amarillos y luego naranjos o rojos. Se vuelven más dulces y aumenta su contenido de vitamina C.
PROPIEDADES
Diurético: Contiene una gran cantidad de potasio, por lo que es perfecto para combatir la retención de líquidos y además ayuda a depurar el organismo.
Bajar de peso: Solo aportan 20 calorías cada 100 gramos. y apenas tiene grasa, por lo que tiene un bajo aporte calórico. Al contener mucha fibra produce una sensación de saciedad y además combate el estreñimiento.
Regula el colesterol: Por su contenido de betacarotenos, capsantina, quercitina y luteolina, los pimientos ayudan a prevenir el colesterol “malo”, según un estudio publicado en el Journal of Food Science. Y de acuerdo con una investigación de la revista Journal of Nutrition, la luteolina también ayuda a reducir los problemas de memoria relacionados con el envejecimiento.
Ayuda al embarazo y a niños: Contiene ácido fólico, un elemento que colabora al desarrollo neutral del bebé, en las primeras etapas de gestación y además previene las malformaciones del feto.
Vitamina C: Favorece al buen funcionamiento del sistema inmunológico, previniendo el cáncer, mejorando la cicatrización de heridas y favoreciendo la absorción y el almacenamiento del hierro.
Tienen el doble de vitamina C que las naranjas, es importante consumirlos crudos para aprovechas todos sus beneficios, ya que este antioxidante es fundamental en el retraso del envejecimiento y combatiendo enfermedades cardiacas, pero el cuerpo no es capaz de producirlo por sí mismo.
Se pueden consumir crudos, asados o fritos y el color que se utilice depende del sabor que le queramos dar a las comidas, ya que cada uno tiene uno particular. Los verdes son más amargos, los rojos más dulces y los amarillos están en una categoría intermedia.
Puedes también comerlos sin la piel, si es que tienes problemas para digerirla. Debes poner el morón en una plancha y girarlo a mediad que se va quemando. Luego lo sumerges en agua y podrás pelarlo fácilmente.
Ahora que ya sabes todos sus increíbles beneficios, solo debes comenzar a incluirlos en tus comidas y verás lo sabrosos que son.
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