Si pensabas que las gomitas de ositos eran propias de tu país, pues lamentamos decirte que no es así. A no ser que seas de Alemania.
Estas deliciosas golosinas justamente son alemanas. Fueron inventadas por Hans Riegel en 1922 y, cuando era niño, siempre le gustó ver a los osos amaestrados que habían en los desfiles que se hacían en las calles. Así que esa fue su inspiración, quería hacer algo que llamara la atención de los niños y fue así como nació la primera gomita con forma de oso, a la que llamó Gummibärchen.
Pero éstas no habían sido las primeras golosinas que hacía Riegel. Había empezado elaborando caramelos duros, pero no tuvieron mucho éxito. Por lo que decidió tratar con otros caramelos un poco más suaves. Así que usó grenetina, en vez de almidón de arroz o de maíz, ya que existían otras gomitas que se hacían con esos ingredientes.
Haribo (nombre compuesto por las palabras Hans, Riegel y Bonn, su ciudad natal) es la empresa que comenzó a elaborarlos hasta el día de hoy. Los primeros gummy bears fueron elaborados en el patio de una casa y utilizaron la grenetina con un saco de azúcar en una caldera de cobre y sobre una cocina de piedra. Las forma de los ositos originalmente era más alargada que la actual, estaban endulzados con sabores frutales y se emplearon colorantes rojo, verde y amarillo. Costaban un céntimo de marco alemán.
Las figuritas dulces adquirieron tal popularidad que hasta llegaron a la televisión con la serie de dibujos animados de Disney llamada Adventures of the Gummi Bears, que se transmitió desde 1985 hasta 1991. Incluso los anuncios de TV alemanes fueron y son muy conocidos por los niños.
Luego llegó la expansión y la golosina fue introducida en diferentes países con distintos nombres. Y hasta el día de hoy, muchos los recuerdan de su niñez y lo disfrutan también.
Incluso existe un Record Guinnes en relación a los gummy bears. La alemana Elizabeth Windisch ostenta el título de crear al oso de goma más grande del mundo, que pesó más de 500 kilos y tardó seis días en hacerlo.
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