Es un ingrediente muy común en la cocina asiática, el pak choi empezó a llegarnos hace poco a través de tiendas orientales y especializadas. En los últimos años se está volviendo tan popular que ya podemos encontrar esta rica col en todo tipo de comercios. Pero como su curioso nombre, todavía despierta algunas dudas, hoy vamos conocer un poco más sobre el pak choi y cómo usarlo en la cocina.
La primera confusión puede venir de su nombre, ya que existen diferentes apelativos: pak choi, bok choy, col china, paksoi o repollo chino son los más comunes. Parece una especie de acelga pero en realidad es una col, y aunque cuando es muy joven se puede tomar cruda, conviene cocinarla un poco. Es una verdura muy versátil con un sabor delicioso que combina muy bien con todo tipo de ingredientes y aromas.
Pak choi, la col exótica que parece una acelga
El pak choi pertenece al grupo de las crucíferas, entre las que se encuentran el brócoli, la coliflor, el repollo, o el nabo. Aunque a primera vista se parece a las acelgas, en realidad son de familias diferentes, y tiene un sabor también muy especial y característico. A diferencia de otras coles chinas, en su desarrollo no forma cabezas sino que es una planta de hojas agrupadas de forma similar a la mostaza o el apio.
Podemos describir esta col como un tronco blanquecino y ancho, no muy largo, con hojas amplias y carnosas de tonos verdes más o menos oscuros. Crece en forma de planta sin alcanza más de 50 cm, dependiendo de la variedad. Es un cultivo tradicional de países asiáticos, sobre todo de China y Japón, pero en los últimos años también se está cultivando en Europa con excelentes resultados.
Podemos probar las hojas en crudo, descubriendo unas notas amargas que nos recordarán a la endibia. Sin embargo, es mucho más rica cocinada, ya que se vuelve más suave y desarrolla matices dulces muy agradables, similar a la espinaca. Los tallos tardan más en cocerse pero la combinación de su puntito crujiente con las hojas tiernas resulta en un plato delicioso.
Cómo cocinar con pak choi en casa
El pak choi puedes conservarlo en la nevera, sin lavar, durante unos tres días, de preferencia en una bolsa perforada o directamente sin embolsar. Antes de cocinar siempre lava bien todas las hojas y retira las partes dañadas, desechando la base más dura, donde se unen los tallos.
Podemos cortar las hojas para separarlas de las pencas y cocinarlas por separado, troceándolas, picándolas o cortando todo en juliana o tiras anchas. Para apreciar mejor el sabor del pak choi y no perder su rica textura hay que dejarla siempre al dente, ya que no aguanta bien largas cocciones. Si deseamos suavizar los tallos, es mejor cocinarlos antes de añadir las hojas.
Esta col se puede cocinar como cualquier otra verdura pero es exquisita en salteados rápidos al wok o cocida al vapor. Podemos añadirla a sopas y guisos agregando siempre las hojas en el último momento, mejor si es ya fuera del fuego, como haríamos con las espinacas. Una forma muy sencilla de preparar el pak choi es cociendo las hojas al vapor un máximo de 3 minutos y sirviéndolas con semillas de sésamo tostadas, un poco de salsa de soja y un aceite aromático. Las especias picantes también le van muy bien, al igual que otras semillas y frutos secos.
Si lo incorporamos a otros platos, podemos blanquearlo en agua salada o caldo hirviendo durante 1 minuto, pasándolo rápidamente a un cuenco con hielo. Después es suficiente con saltearlo uno o dos minutos más. También es excelente como relleno de rollitos, empanadillas y otras masas similares, es un buen acompañante de platos de pasta o arroces y se puede cocinar a la plancha cortado en cuartos o mitades.
El pak choi es rico en agua fibra y vitaminas, tiene muy pocas calorías y es saciante, pero ligera y fácil de digerir. A los amantes de la cocina asiática les encantará, y será todo un descubrimiento para cualquiera que disfrute de las buenas verduras en la cocina.
¿Te dieron ganas de probarla?
