La sandía no solo es una deliciosa fruta para refrescarnos y mantenernos hidratados durante un día de calor, también está llena de nutrientes. La sandía contiene vitamina C, vitamina A, potasio y magnesio entre otros. También contiene licopeno y beta caroteno, dos sustancias que tienen potencial para reducir el riesgo de cáncer. El contenido de licopeno, beta caroteno y otros antioxidantes aumenta en la medida que la sandía va madurando, por eso es necesario comer la sandía bien madura.
¿Pero cómo saber si la Sandía está como nosotros la necesitamos? Existen ciertos trucos para saber si esta fruta ya ha madurado y está en condiciones de ser consumida, disfrutando de todo su sabor y sus nutrientes. Sigue estos consejos y nunca más volverás a equivocarte al elegir una deliciosa Sandía.
1.- Por la mancha de tierra
La mancha amarilla (o de tierra) es donde la sandía tocaba la tierra mientras maduraba. Una sandía madura debe tener una mancha de color amarillo oscuro o amarillo anaranjado, pero nunca blanco.
2.- Por la pequeña red
Estas manchas indican que las abejas tuvieron mucho contacto con el ovario frutal durante la polinización. Entre más polinización haya recibido la sandía, más dulce estará.
3.- Por el género
Los granjeros dividen las sandías en «niños» y «niñas». Los «niños» son más alargada y su sabor es más acuoso y las «niñas» son más redondas y dulces
4.- Peso y volumen
Lo mejor es elegir una que no sea ni muy grande ni muy pequeña, es decir, de talla mediana. Recuerda que una sandía buena siempre es bastante pesada para su tamaño
5.- Por el tallo
Un tallo seco indica que la sandía ha llegado a la madurez necesaria. Si el tallo está verde y fresco, la fruta no ha madurado aún.
Con estos tips es imposible elegir una sandia incorrectamente.