Cómo congelar gel de aloe vera
Todo el mundo sabe que el aloe vera un excelente remedio para los cortes y quemaduras, e incluso picaduras de insectos, por lo que se le ha llamado el “Primeros Auxilios” de las plantas. En el interior de la gruesas hojas, hay un gel calmante que proporciona un increíble cuidado natural para la piel. Pero sus beneficios no solo se limitan a su uso externo, también tiene muchas propiedades si se ingiere.
Beneficios del Aloe Vera
El aloe vera es un antioxidante con propiedades para combatir el cáncer, en especial el cáncer de colon. Reduce y detiene la inflamación, tanto interna como externa.
Otra importante propiedad es que oxigena la sangre y proporciona energía a las células, hidrata la piel y repara el tejido de la piel, cura problemas internos digestivos como el síndrome del intestino irritable, estreñimiento, reflujo y limpia el tracto intestinal.
Reduce el factor de riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos al aumentar la oxidación de la sangre, además de la circulación.
Alcaliza el cuerpo, ayudando a equilibrar los hábitos alimenticios excesivamente ácidos.
Aumenta el rendimiento cardiovascular y la resistencia física .
Estabiliza la presión sanguínea y reduce los triglicéridos
El proceso de recolección
1- Cuando el aloe vera esté listo para su cosecha, elija una hoja que esté sana y crezca hacia la parte inferior de la planta. Para retirar la hoja, corta en un ángulo próximo a la base de la planta. Las plantas que son demasiado inmaduras para la cosecha no tendrán hojas que crezcan cerca de la tierra.
2- Una vez cortada la hoja de la planta, se déjala en posición vertical, ligeramente inclinada, en un contenedor. Deje que la hoja permanezca en esa posición durante unos 10 a 12 minutos, permitiendo que la savia escurra por la hoja.
3- Coloque la hoja de aloe sobre una superficie plana, como una tabla de cortar. Con cuidado, corte la punta de la hoja y las aristas puntiagudas en ambos lados con un cuchillo bien afilado. Asegúrese de cortar ambos lados de la hoja, de arriba a abajo.
4- Separa la parte frontal y posterior de la hoja con un corte en sentido longitudinal, desde el interior. Saca el gel transparente interior que pareciera ser un gel sólido. Con una cuchara podrás sacar el gel fácilmente. Si la hoja es muy grande, un cuchillo de mantequilla funcionará mejor.
Al remover el gel, es importante realizar una presión ligera pero firme, cuidando no eliminar los restos de savia.
Que buena idea para poder disfrutar de sus propiedades alargando su vida útil.