El ajo es un ingrediente muy utilizado en la cocina mediterránea. Por que intensifica el sabor de las comidas y le da un sabor mucho más especial.
El ajo no solo es bueno como un ingrediente que aporta más sabor a nuestras comidas, también tiene muchas propiedades que ayudan a nuestro organismo de diversas maneras. Por lo mismo, es ideal poder cultivarlo en casa y tenerlo al alcance de la mano cada que queramos
Para realizar este trabajo no necesitar tener ningún conocimiento en agricultura ya que el proceso es muy sencillo.
Valores nutricionales del ajo
El ajo contiene muchas vitaminas que fortalecen nuestro organismo y al mismo tiempo es un alimento bajo en calorías. Es rico en manganeso, Vitamina B6, Vitamina C, selenio, calcio, potasio y un largo etcétera.
Fortalece nuestro sistema inmunológico
Consumir ajo ayuda a combatir algunas enfermedades como el resfriado común, es más, algunos estudios han determinado que incorporar ajo a nuestra dieta diaria reduciría el riesgo de enfermarse hasta en un 63%.
Fortalece el corazón
El consumo de ajo ayuda a mantener a raya la presión arterial alta y también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón procesando el colesterol de manera eficiente.
¿Cómo lo plantamos?
Paso 1: Rompemos la cabeza de ajo en dientes y las enterramos a unos cinco centímetros de profundidad en una tierra húmeda.
Paso 2: Nos aseguramos de que el lado más puntiagudo del diente de ajo queda hacia arriba.
Paso 3: A medida que salgan los brotes de ajo, regaremos la tierra cuando la capa superior del suelo esté seca. No se debe regar en exceso.
Paso 4: Corta las flores que nazcan para preservar el sabor del ajo.
Paso 5: Cuando la planta tenga 5 o 6 hojas ya podemos cosechar nuestros ajos.
¿No te parece genial la idea?