El padre de la medicina occidental, el médico griego Hipócrates, dijo alguna vez: “Que la comida sea tu medicina y la medicina sea tu alimento”.
En la antigüedad, el principal uso del ajo era medicinal debido a sus propiedades para curar enfermedades. Su uso fue bien documentado por todas las grandes civilizaciones, como los egipcios, babilonios, griegos, romanos y los chinos.
El químico francés Luis Pasteur comprobó que al rociar ajo sobre las bacterias, esta morían, debido a su compone: la Alicina.
Un estudio de la Universidad Estatal de Washington señala que el ajo es 100 veces más eficaz que los antibióticos para luchar contra las bacterias que causan las enfermedades.
La ciencia moderna lo ha confirmado recientemente, descubriendo que proporciona muchos efectos beneficiosos para la salud:
1.- Efectos Benéficos
Ahora sabemos que la mayoría de los efectos que el ajo tiene sobre la salud son debido a uno de los compuestos de azufre que se forman cuando se corta, se aplasta o se mastica un diente de ajo. Este compuesto es conocido como la alicina, y también es responsable del olor característico del ajo.
- Tiene efectos protectores contra el daño renal crónico
- Aumenta la función del sistema inmunológico.
- Combate el resfriado común.
- Puede reducir la presión arterial
- El ajo mejora los niveles de colesterol, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Contiene antioxidantes que pueden ayudar a evitar enfermedades como la demencia y el Alzheimer.
- Ayuda a desintoxicar los metales pesados del cuerpo.
- Podría mejorar la salud de los huesos.
- El ajo contiene fósforo, silicio, azufre, vitamina c y otros oligoelementos que lo hacen muy benéfico para el tratamiento de las enfermedades asociadas al envejecimiento.
- Es un excelente remedio contra los parásitos intestinales.
- Tiene propiedades anti-bacterianas, antivirales y antimicóticas.
La lista es bastante larga pero te nombraremos algunos problemas de salud que el ajo puede remediar:
Diarreas, abscesos pulmonares, arteriosclerosis, parásitos intestinales, cálculos biliares, tos, catarro, afonía, perdida de la voz, enfermedades oftalmológicas, bronquitis, hemorroides, enfermedades de los riñones, obesidad, dolores de cabeza, herpes, granos, reumáticos, gota, taquicardia, ataques de pánico, inflamaciones de las mucosas, enfermedades hepáticas, impurezas de la sangre, malestares digestivos, histeria, nerviosismo, climaterio femenino y masculino, estreñimiento, melancolías, varices, tifus, asma, ascárides, escorbuto, cólera, presión arterial alta, fatigas musculares y generalizadas.
2.- Es nutritivo y bajo en calorías
Unos 28 gramos de ajo contienen:
- Manganeso: 23% de la DDR (dosis diaria recomendada).
- Vitamina B6: 17% de la DDR.
- Vitamina C: 15% de la DDR.
- Selenio: 6% de la DDR.
- Fibra: 1 gramo.
- Calcio, cobre, potasio, fósforo, hierro y vitamina B1.
- El ajo contiene pequeñas cantidades de otros nutrientes. De hecho, contiene un poco de casi todo lo que nuestro organismo necesita.
El ajo tiene 42 calorías, con 1,8 gramos de proteína y 9 gramos de carbohidratos.
Es bajo en calorías y rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso. También contiene pequeñas cantidades de otros nutrientes.
La dosis mínima a para efectos terapéuticos es un diente en las comidas, dos o tres veces al día.
Si tienes un trastorno de la coagulación o si estás tomando medicamentos que adelgazan la sangre, consulta con tu médico antes de aumentar el consumo de ajo.
Sabía que ajo tenía muchas propiedades pero no imaginé que fueran tantas.
