El merengue consiste en una mezcla de claras de huevo y azúcar que puede hornearse en distintos tamaños y formas. Si le agregas colorante para comida tendrás de todos los colores y es una preparación que sirve para acompañar todo tipo de postres, incluso puedes comerlo solo a cucharadas.
Sin importar la receta de merengue que vayas a hacer, existen ciertos consejos para que estos te queden perfectos tanto en forma como en cocción:
1.- Asegúrate de que el azúcar está totalmente disuelta, para esto agrega siempre 2 cucharadas a la vez y no agregues las siguientes hasta que se hayan disuelto completamente. Si no estás seguro tenerlo a punto, toma un poco de la mezcla entre dos dedos: no debes sentir el azúcar, o “corta” las claras con un cuchillo, éste debe dejar una línea limpia, sin que las claras se le peguen.
2.- Debes batir hasta que las claras formen picos duros y brillantes (este toque se lo da el azúcar) cuando levantes la batidora. Si paras antes de lograr esa textura se te caerán en el horno.
3.- Para las recetas que requieren una proporción de 3 claras de huevo por 3/4 de taza de azúcar, el tiempo de batido es de 15 minutos para disolver bien todo el azúcar, así que te recomendamos utilizar una batidora eléctrica.
4.- Hornea a bajas temperaturas (100-130ºC) para que los merengues se sequen pero sin dorarse demasiado.
5.- Asegúrate de que el bowl para batir esté limpio y seco y bate las claras en un tazón de vidrio o metal, nunca de plástico.
6.- Asegúrate de que no haya rastros de yema en las claras que vas a utilizar.
7.- Bate primero las claras hasta que formen picos suaves y después vas agregando el azúcar: si la añades demasiado pronto, nunca alcanzarán el punto que deseamos.
8.- Para darle forma al merengue, utiliza la parte posterior de una cuchara o con un dedo, mójalos primero y así evitarás que se levanten picos al retirarlos.
Si has seguido estos pasos al pie de la letra tus merengues quedarán deliciosos y perfectos.
Estos consejos te ayudarán a ser la envidia de todos cuando prepares merengues.