El arroz puede ser una de las comidas más sencillas de preparar pero es muy común que quienes lo cocinen olviden el ingrediente principal: la sal. Como sabemos una vez que ha terminado su cocción no podemos agregar la sal ya que quedan los granos de esta entre medio del arroz, arruinando por completo el plato.
Si tenemos un perfectamente graneado, pero al darle una probada nos damos cuenta de que no tiene sal, existe un truco para salva la situación.
- Para dos tazas de arroz cocido, tomas la misma taza (proporción) con agua caliente y una cucharada de té de sal.
- Revolver para que se disuelva completamente.
- Con la misma cuchara ir añadiendo agua con sal a la ollita con arroz.
- El agua comenzará a bajar y añadirá sal donde antes no existía.
En unos minutos verás cómo el arroz cambia de sabor y el error culinario no lo notará nadie. Este es un secreto sencillo, que funciona y que es de gran utilidad.
Ya no tendrás que botar el arroz cuando olvidaste la sal.
