Las manzanas además de ser muy sabrosas son muy saludables, porque aportan vitamina E y C, y son ricas en fibra y potasio. Debido a su alto contenido de agua, son bastante refrescantes e hidratantes y por si eso fuera poco, también son antioxidantes.
El manzano es el árbol frutal que se cultiva en el mundo. Tú también puedes plantarlo y tenerlo en tu casa. Sin embargo, para que de frutos, debes saber algunos trucos.
Cómo plantar un manzano desde semilla
1.- En primer lugar, necesitas la semilla que puedes obtener de la fruta. Lo ideal es que no escojas una que haya estado refrigerada.
2. Luego tienes que dejar que la semilla germine. Para eso, envuélvela en un papel de cocina o una toalla de papel húmedo y colócalo dentro de una bolsa bien sellada. Ponla en el refrigerador. Te recomendamos tener varias semillas disponibles por si alguna no funciona. Revisa cada cierto tiempo, pero te informamos que tardará casi un mes en germinar.
3.- Una vez germinadas las semillas, plántalas en una maceta, en tierra fértil abonada con compost. Realiza un excavación de 1 ó 2 pulgadas (2,5 a 5 centímetros), entiérralas y déjalas bien cubiertas.
4.-Riega para mantener la tierra siempre húmeda.
5.-Observa cómo crecen tus manzanos hasta alcanzar entre 30 y 60 centímetros de altura.
6.- Si dejas tu manzano así, seguirá creciendo, pero probablemente nunca de frutos. Para que esto no suceda debes “injertarlo”: colocar en el la rama de otro manzano que sí de frutos, para que se conviertan en una sola planta.
Lo primero que debes hacer es conseguir una rama. Trata de averiguar si es de una especie compatible con un manzano. Luego, debes hacer una incisión en el tronco de tu árbol e insertar en ella la rama del manzano, cortada de manera que encaje.
Mantenlo en su lugar utilizando una venda y cinta adhesiva hasta que las dos ramas se fusionen.
Qué maravilloso sería salir al jardín y obtener de el tus propias manzanas.
