Todo el mundo tienen en casa una cubeta para hacer hielo y tenerlos a la mano cuando queramos agregarle algo más de frescura a nuestras bebidas. También ocurre que una vez ocupados los hielos, nadie vuelve a llenar la cubeta y cuando queremos refrescarnos, solo nos queda quedarnos con la frustración.
Pero las cubetas no solo sirven para preparar hielo, también puedes darles otros usos muy útiles que de seguro disfrutarás. No requerirá de mucho esfuerzo y tampoco implicará mucho tiempo.
1.- Prepara bombones de fresa con chocolate
Derrite chocolate y viértelo equitativamente en los orificios de la cubeta. Mientras aún está caliente, coloca dentro de cada cubo una fresa y lleva la bandeja al refrigerador para que se solidifiquen los bombones. Por supuesto, si deseas hacerlo con otra fruta quedará igual de delicioso.
2.- Congela cebollas salteadas y caramelizadas
La cebolla es infaltable en cualquier cocina ya que su versatilidad la hace apta para muchos tipos de recetas. Te recomiendo que la próxima vez que las saltees o caramelices, prepares un poco más de lo necesario y guarda lo que sobre en una cubeta de hielos. Así las tendrás listas cuando vuelvas a cocinar y necesites de esta cebolla.
3.- Conserva tus hierbas
Cubre dos tercios de la cubeta con hierbas frescas y rellena el tercio restante con aceite de oliva. Lleva la bandeja al congelador durante la noche y podrás preservar esas hierbas por mucho más tiempo.
4.- Prepara helados
Vierte un poco de jugo natural y algunos trocitos de frutas dentro de cada uno de los compartimentos. Toma palitos para hacer brochetas colócalos en el centro de cada orificio. Lleva la bandeja al congelador y espera a que tus helados estén listos. En los de la imagen, se utilizaron bananas y fresas, pero puedes utilizar las frutas que gustes.
5.- Prepara frutas y vegetales para tus smoothies de la mañana
Vierte todos los ingredientes en una licuadora hasta hacerlos puré. Luego, vierte la preparación en la cubeta y guárdala en el refrigerador. Una vez congelados, puedes guardar los cubitos en bolsas. De esta forma, prepararás tus batidos por las mañanas mucho más rápido.
6.- Guarda el vino sobrante
Si abriste una botella de vino y no quedaron restos, coloca el sobrante en una cubeta de hielo y congélalo. Puedes usar estos cubitos para cocinar o enfriar una copa y evitar que el vino se diluya con el agua.
7.- Sirve picadillos en ella
Esto es ideal para los niños pequeños, ya que a ellos les resulta mucho más sencillo utilizar sus dedos para recoger la comida. Piensa en distintos alimentos que puedan comerse con la mano y sírvelos equitativamente en la cubeta.
8.- Haz cubitos multicolores
Debes tener listos tres jugos distintos. Si los colores de las frutas contrastan, tus cubitos se verán más lindos. Coloca una cucharada de uno de los jugos en cada uno de los orificios de la cubeta y llévala al congelador hasta que la primera capa esté lista. Sobre la primera capa congelada, coloca otra cucharada de otro de los jugos. Vuelve a llevar la bandeja al congelador y repite el paso con el tercer jugo.
Ten en cuenta la mezcla de sabores, ya que los jugos se mezclarán con el líquido que haya dentro del vaso.
9.- Úsala para congelar salsa
Nada mejor que tener un poco de salsa en el congelador para demorar menos tiempo en cocinar. En vez de congelarla toda en un único recipiente, puedes distribuirla entre los orificios de la cubeta de hielos. Después, puedes guardar los cubitos en una bolsa dentro del congelador y así podrás sacar solo lo que necesites.
10.- Guarda el café sobrante
Si hiciste café de más, viértelo tibio o frío dentro de la cubeta y llévala al congelador. Así la próxima vez que quieras un café más refrescante, simplemente arroja dentro de la taza uno o más de los cubitos.
11.- Congela frutas para hacer aguas saborizadas
Coloca algunas frutas dentro de la cubeta y rellénala con agua, luego guárdala en el congelador. Cuando estén listos, coloca los cubitos dentro de un vaso con agua. Las frutas liberarán su sabor y, así, obtendrás aguas saborizadas 100% natural.
12.- Prepara limonada
Mezcla dos tazas de jugo de limón con agua y vierte el líquido en la cubeta. En cada compartimento, coloca algunas hojas de menta. Si lo deseas, puedes agregar un poquito de jengibre rallado. Lleva la bandeja al congelador y usa los cubitos para refrescar tus bebidas o derrítelos para disfrutar de una deliciosa limonada.
Es infinita la cantidad de cosas que puedes hacer en las cubetas de hielo.