Consumir alimentos saludables es cada vez más difícil por la falta de tiempo para preparar nuestras comidas y las tentaciones que nos ofrecen los locales de comida rápida, las que por un precio económico nos ofrecen algo que servirá para recargar energías, en desmedro de nuestra salud.
Para que sepas de qué formas puedes hacer tus platillos más saludables, te enseñaremos 50 trucos muy sencillos que provocarán un gran cambio en tu organismo.
1.- Usa el aceite en spray.
Para preparar un platillo frito sin sobrepasarte con el aceite, utiliza el spray especial que actualmente puedes conseguir en cualquier supermercado. Si no cuentas con uno de estos, puedes usar una brocha de silicona para untar con aceite.
2.- Fríe en caldo, no en aceite.
Otra forma de que tus comidas sean más saludable es freír en un caldo. Basta solo unas cucharadas de caldo. A pesar de que también tiene grasa, su contenido es mucho menor que el aceite.
3.- En lugar de mayonesa usa yogurt natural.
No más mayonesa comprada en el supermercado. Contienen demasiados conservantes e intensificadores de sabor. Prepara la mayonesa o cualquier otra salsa en casa utilizando yogurt natural.
4- Incluye en tu dieta semillas de sésamo.
Las semillas de sésamo son ricas en calcio. Agrégalas en tus ensaladas de verduras y otros platillos porque son muy saludables y le dan un toque especial a cualquier comida.
5.- Hornea tus platillos.
Olvídate de freír tus guisos si deseas seguir una dieta sana y equilibrada. Hornear es una de las maneras más sanas de preparar la comida.
6.- Prepara tu mismo la carne molida.
La carne utilizada en las tiendas para preparar la carne molida, por lo general, es demasiado grasa o no está fresca. Por ello es mejor invertir un poco más de tiempo y dinero para preparar la carne molida casera y tener claro el producto que estás comiendo.
7.- Busca alternativas para sustituir el pan blanco.
Normalmente la carne molida para preparar albóndigas o unas tortitas de carne se preparan agregando pan blanco molido. Sin embargo, existen otras opciones con bajo contenido calórico que reemplazarán al pan molido y tus platillos quedarán igual de buenos, como la clara de huevo batida o la calabacita rallada finamente.
8.- Experimenta con tus apanados.
La harina y el pan molido no son todas las alternativas que tenemos para preparar apanados. Prueba con las semillas de sésamo, nueces trituradas, garbanzo o lentejas molidas y avena que son mucho más saludable.
9.- Reduce el consumo de sal.
Es importante restringir la cantidad de sal que consumimos ya que influye de manera negativa en el organismo, por ejemplo, hace que el cuerpo retenga líquidos y su consumo excesivo es el causante de diversas enfermedades.
10- Ponle sal a la comida cuando ya esté servida en un plato.
Los nutricionistas afirman que la sal que no ha pasado por un tratamiento térmico, es mucho más saludable para el organismo. Así que puedes agregar sal a tu platillo cuando ya esté servido con toda confianza.
11.- Reemplaza la sal yodada con sal de mar.
La sal de mar, no consiste únicamente en cloruro de sodio como la sal yodada, también contiene otros minerales: potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro, yodo y otros nutrientes. Por lo tanto, es recomendable reemplazar la sal común por la de mar.
12.- Prepara las verduras en agua hirviendo.
Si vas a preparar verduras cocidas, es mejor agregarlas al agua cuando esta ya haya hervido. De esta forma conservarán sus propiedades nutritivas y sus vitaminas.
13.- Prepara las verduras al vapor.
Preparar las verduras al vapor es la mejor forma de consumirlas. Te quitará muy poco tiempo y te asegurarás de comer sano. Actualmente, las tiendas ofrecen utensilios y ollas especiales que hacen mucho más fácil la preparación de las verduras.
14.- Congela el caldo.
Prepara un caldo y congélalo en moldes para hielo. Así podrás agrega unos cuantos al platillo que estés preparando para intensificar su sabor cuando lo desees. Recuerda que también es una buena alternativa para reemplazar al aceite.
15.- No te olvides de las especias.
Las especias aportan mucho sabor a los platillos y son muy saludables. Elige las especias que más te gusten, agrégalas a tus platillos favoritos y fortalece tu sistema inmune.
16.- Disfruta de las nueces.
A los platillos de verduras y carne puedes agregar nueces molidas. Combinan perfectamente con ese tipo de comida. Además, los frutos secos son ricos en ácidos grasos poliinsaturados y omega-3, que son “grasas saludables”.
17.- El queso bajo en grasa es saludable y sabroso.
Agrega a tu lista de ingredientes un queso reducido en grasa (por ejemplo, el feta). Las ensaladas quedará más deliciosa y saludable.
18.- Añade hierbas frescas a tus platillos.
Las hierbas frescas son una valiosa fuente de vitaminas y antioxidantes. Cuando las agregues a tu plato pícalas muy bien y así tu platillo tendrá un mejor sabor y será más saludable.
19.- Combina la harina de trigo con otros tipos de harinas.
Es posible preparar los horneados y los pasteles de manera un poco más sana. En lugar de la harina de trigo usa otros tipos de harina más saludables. El sabor de tus magdalenas y pasteles será igual de delicioso.
20.- Aprende a hornear con harina integral.
La harina integral es más saludable que la harina de trigo más fina. Aprende algunas recetas y trata de cocinar con este tipo de harina. No es muy usual cocinar con esta harina, pero vale la pena si deseas comer más sano.
21.- Sustituye la mantequilla con un puré de frutas.
Reemplaza una parte de la mantequilla con el puré de frutas. Así tus pasteles y panecillos serán mucho más saludables. De preferencia utiliza el puré de manzana o calabaza.
22.- Consume menos azúcar.
El azúcar es el peor enemigo de tu figura y de tu salud. Si puedes, reduce su consumo al máximo. Por ejemplo, en la cocción de algún pastel puedes utilizar como alternativa frutos secos.
23.- Utiliza aceite vegetal en lugar de mantequilla.
Elige aceites más saludables, como el aceite de almendra o de coco. Ambos tienen un sabor delicado y suave y son ideales para preparar horneados.
24.- Compra una olla multiusos.
Las ollas modernas te permiten cocinar usando muy poco aceite. Además, puedes ajustar la temperatura, reduciendo el riesgo de la formación de agentes cancerígenos.
25.- Come chocolate amargo.
Trata de comer chocolate con contenido de cacao de hasta un 70%. Este tipo de chocolate es bastante más saludable. Estimula el cerebro, mejora el sistema cardiovascular y fortalece el sistema inmunológico.
26.- Cocina en ollas de hierro fundido.
Preparar la comida en ellos es totalmente seguro. Estas ollas no traspasan ningún agente externo a la comida y no se les desprenden partes microscópicas.
27.- Toma té verde con limón.
El ácido cítrico ayuda al cuerpo a absorber los antioxidantes que el té verde contiene en grandes cantidades. Por lo tanto, la próxima vez que quieras tomar té, agregarle unas rodajas de limón.
28.- No te olvides de los aromas adecuados.
Si se te antoja algo dulce, recuerda el poder de los aromas. La vainilla te quitará el deseo de comer ciertas golosina prohibida.
29.- Compra una vajilla con platos pequeños.
En general, una persona necesita consumir una cantidad de comida del tamaño de la palma de una mano. Para no sobrepasarte lo ideal es comer en platos más pequeños.
30.- Prefiere la leche y los plátanos.
La leche con plátano es una excelente mezcla que además de ser deliciosa, también es muy saludable ya que ayudará a fortalecer los huesos. Te recomendamos que para que sea más nutritiva le agregues un poco de avena.
31.- Prepara la carne en miel.
No más salsas y adobos altos en calorías. Prepara la carne con miel, que a pesar de ser dulce y contener muchas calorías es más saludable. La carne quedará muy blanda y con una exquisita costra dorada.
32.- Comprueba que el pescado esté fresco.
Antes de cocinar un pescado debes verificar que esté fresco. Para esto, sumérgelo en un tazón profundo con agua. Si el pescado se hunde, es fresco; si no, mejor deshazte de el.
33.- Come fraccionadamente.
Los doctores y nutricionistas recomiendan comer fraccionadamente. Una persona adulta debe comer de 5 a 6 veces al día: el desayuno, la comida y la cena e incluso se puede permitir comer dos meriendas saludables durante el día.
34.- Come despacio.
Para que el estómago le pueda enviar una señal de aviso al cerebro avisándole que estás satisfecho, antes de que hayas comido demasiado, necesitas masticar muy bien la comida y comer con toda calma.
35.- Combina el pescado con el vino tinto.
El vino tinto seco es la mejor compañía del pescado rojo. Le ayuda a intensificar su sabor y aumenta el efecto positivo que tienen los productos marinos en el sistema cardiovascular.
36.- Conserva el aroma de los granos de café.
No hay nada mejor que comenzar el día con una taza de café aromático. Si los granos han permanecido durante mucho tiempo guardados y ya no tienen aroma, trata de devolvérselos. Solo tienes que remojar los granos en agua fría durante 2 horas.
37.- Mantén tus verduras frescas por más tiempo.
Las verduras frescas no perduran por mucho tiempo. Para prolongar su frescura, cubre el compartimiento del refrigerador donde guardas tus verduras con unas toallas de papel. El papel absorberá la humedad en exceso y evitará que las verduras se pudran.
38.- Elimina de tu dieta las “calorías vacías”.
Nunca más consumas carbohidratos simples. Panecillos, dulces, comida rápida y otras golosinas no son saludables en lo absoluto. Éstos aportan calorías vacías al cuerpo y provocan una sensación de saciedad a corto plazo. Es mejor consumir alimentos con carbohidratos complejos, tales como los cereales, granos enteros, pasta de trigo duro, etc.
39.- No comas los tomates junto con los pepinos.
Aunque no lo creas esto no es tan saludable. Los pepinos contienen una enzima que destruye el ácido ascórbico y evita que se absorba. Y los tomates contienen mucha vitamina C.
40.- Consume alimentos picantes ocasionalmente
Agrega especias picantes a tus platillos, como el pimentón, el ajo, el chile en polvo, el ají, etc. Las especias picantes mejoran el metabolismo y el funcionamiento del sistema digestivo.
41.- Come frutas y verduras frescas.
Las frutas y verduras frescas son mucho más saludables que las que han sido sometidas a un tratamiento térmico y contienen mucha fibra. Lo ideal es consumirlas frescas en lugar de preparadas.
42.- Bebe más agua.
Un adulto debería beber entre 1 1/2 a 2 litros de agua al día. Es importante nuestro organismo no se deshidrate. Beber una cantidad suficiente de líquido beneficia al metabolismo, elimina las toxinas y mejora el aspecto físico.
43.- No olvides los alimentos de temporada.
Las frutas y verduras maduran en ciertas épocas del año. Comprarlas en las temporadas adecuadas por que ahí es cuando contienen la mayor cantidad de vitaminas y minerales que necesita nuestro organismo.
44-. Cena de 3 a 4 horas antes de dormir.
Es importante que nuestro organismo descanse en la noche. No sobrecargues el estómago y cena 3 o 4 horas antes de irte a dormir. Es el tiempo suficiente para que se produzca la digestión y que el organismo se prepare para el descanso nocturno.
45.- Cuece los granos y cereales en té verde.
La avena puedes prepararlas en otros líquidos que no sean el agua y la leche. Atrévete y prepara los granos y cereales en té verde. Agrega una bolsita de té verde al agua hirviendo o vierte el té en la olla con una proporción 1:1.
46.- Combina las carnes rojas con el aguacate.
Un aguacate ayuda a que la carne sea mucho más saludable. Agrega un aguacate a un platillo de carne roja, y harás que esta sea más fácil de digerir; que sea más nutritiva y sana.
47.- Agrégale mostaza al brócoli.
El brócoli es una fuente de vitaminas pertenecientes al grupo B. Sin embargo, puedes hacerlo más saludable. Para eso solo debes consumir el brócoli junto con mostaza.
48.- Prepara smoothy.
Un smoothy es la forma más simple y rápida de entregarle a nuestro cuerpo una dosis importante de vitaminas, minerales y otros nutrientes. Utiliza tu imaginación y teniendo como base la leche o el yogurt natural, agrega diferentes verduras y frutas y sobrecárgate de vitaminas.
49.- No ignores las verduras congeladas.
Las verduras se pueden congelar y por un tiempo prolongado. No te preocupes, conservarán la mayor parte de sus vitaminas y minerales.
50.- Busca alternativas para reemplazar al azúcar.
El azúcar es reemplazable por otras opciones más saludables. Por ejemplo, la miel, que necesariamente debe estar en tu dieta para fortalecer tu sistema inmunológico. Recuerda que no hay que exponer la miel al calor (por ejemplo, agregarla a un té), ya que las temperaturas altas hacen que pierda sus propiedades útiles.
Realmente existen muchas formas de transformar nuestras comidas en algo más saludable