El cerebro es el órgano del sistema nervioso central más importante y forma parte del centro de control de todo el cuerpo. Probablemente, sea el órgano más complejo de todos, porque no solo se encarga de los aspectos físicos, sino que también del pensamiento, las emociones, la memoria y el lenguaje.
Todos en algún momento del día hemos olvidado algo, no movemos por algún motivo pero después no sabemos el por qué. Es muy común que en conversaciones quieras decir algo, pero no encuentras la manera, nos es imposible recordar el nombre de algo o alguien.
Un grupo de investigadores de la Universidad McMaster en Canadá, junto con la Universidad Nacional de Irlanda en Galway, realizaron un estudio en el que se concluyó que una dieta saludable permite que el cerebro tenga una mejor función cognitiva, en comparación a personas que por su estilo de vida, no cuidan su alimentación.
La prueba se llevó a cabo en 27 mil 680 personas; voluntarios mayores de 55 años y con riesgo cardiovascular elevado por al menos cinco años, en quienes descubrieron que más allá del ejercicio y una vida agitada o relajada, la comida era la que influía si estaban bien o mal en el rendimiento cognitivo.
Comer frutas, verduras, pescado, frutos secos y disminuir el consumo de carne roja hicieron que en las pruebas de habilidad, pensamiento y memoria los resultados fueran mejores en las personas que cuidaban su alimentación; y que también consumían alcohol con moderación
Las pruebas se realizaron al inicio, a la mitad y al final del estudio, concluyendo, según Andrew Smyth, (responsable del estudio) que la dieta está directamente asociada con la pérdida de memoria y función cognitiva, al punto de alcanzar un 24% de menor riesgo, entre las personas que cuidan su alimentación y las que no, sin importar la práctica de algún deporte o actividad física.
“La dieta puede alterar el riesgo de deterioro cognitivo por medio de múltiples mecanismos, incluyendo un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y una deficiencia de los nutrientes necesarios para la regeneración neuronal. En conclusión, una dieta de mejor calidad está asociada con un menor riesgo de deterioro cognitivo. La mejora de la calidad de la dieta es muy importante para reducir la carga mundial de deterioro cognitivo”, comentó el investigador”.
Muchas veces hemos escuchado la frase “somos lo que comemos” y la ciencia nos ha demostrado que es así. A pesar de que la actividad física y evitar el estrés son aspectos importantes, nuestra alimentación es la base para evitar problemas a corto y largo plazo.
A cuidar nuestra dieta si queremos cuidar nuestro cerebro.