La champaña no es la única bebida que podría ayudar a prevenir la demencia. Según un nuevo estudio publicado en “The Journals of Gerontology”, el café también podría ayudar a reducir las probabilidades de desarrollar demencia, demostrando que disfrutar de uno de los mayores placeres de la vida puede ser realmente bueno para su salud.
En un estudio que tardó 10 años e involucró a 6.467 mujeres mayores de 65 años, los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee descubrieron que aquellas que bebían más de 261 miligramos de cafeína (aproximadamente una taza de café Starbucks) experimentaban un 36 por ciento de menor riesgo de ser diagnosticadas con “demencia probable” e comparación a aquellas que bebían menos de 64 miligramos de cafeína (aproximadamente una onza de café expreso) todos los días.
La investigación se ajustó a los factores de riesgo que incluyeron la edad, la raza, el IMC, el tabaquismo, el consumo de alcohol, entre varios otros factores.
“La creciente evidencia del consumo de cafeína como un factor potencialmente protector contra el deterioro cognitivo es emocionante dado que la cafeína es también un factor dietético fácilmente modificable con muy pocas contraindicaciones”, dijo el autor principal del estudio, Ira Driscoll, en un comunicado.
Aunque “no pueden vincular directamente el mayor consumo de cafeína con una menor incidencia de deterioro cognitivo y demencia”, según Driscoll, sin duda no puede hacer daño disfrutar de una taza de café en hasta la mañana (o dos)”
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