Los frascos de conserva son una muy buena alternativa para conservar nuestros alimentos. Son fáciles de manipular, no toma mucho tiempo guardar en ello lo que queramos, ofrecen una mayor duración de los alimentos y además son bastante económicos.
Las conservas caseras sirven para envasar frutas y verduras de temporada, encurtidos, mermeladas y guisos para que no se deterioren, de esta forma no desperdiciaremos comida. Junto a todos estos beneficios, también ahorraremos dinero y contaremos con más espacio en el refrigerador.
Los jarros de vidrio y el baño maría
Los jarros de cristal son el elemento principal para hacer las conservas caseras. Entre sus ventajas están:
• Son fáciles de almacenar.
• Existe una gran variedad de formas y tamaños.
• Son económicos y hasta gratis si reciclamos los envases en los que se venden otros productos.
• Son amigables con el medioambiente. Los puedes lavar y reutilizar cuantas veces quieras, y están hechos de vidrio reciclado, por lo que no contaminan.
También es importante aprender es a ejecutar la técnica del baño maría y la olla a presión.
El baño maría es una técnica de vacío por calor donde el tarro cerrado se sumerge en una olla con agua hirviendo por 20 minutos aproximadamente. De esta forma se elimina el aire del interior del jarro y se realiza el vacío, que permite conservar el alimento por mucho tiempo. Este método es altamente recomendable para alimentos con alta acidez como: mermeladas, jaleas, frutas, verduras, rellenos de frutas, salsas, salsa de tomate y otros, por lo general, en crudo.
La técnica de la olla a presión es un baño maría en el interior de la olla a presión, lo que hace que se alcance una temperatura más alta. Este método se recomienda para alimentos con una baja acidez, como guisos de legumbres, carnes, pescados, aves y verduras cocidas.
Instrucciones
1. Lava los jarros con agua caliente y jabón y no olvides esterilizar sus tapas con agua hirviendo.
2. Rellena los jarros con los alimentos que quieras conservar. Puedes hacerlo:
• Envasado en crudo: Ampliamente utilizado con las frutas delicadas y consiste en introducir la fruta cruda (pelada, trozada, etc.) en el envase y agregar almíbar muy caliente pero no hirviendo. Cierra los jarros y estarán listos para el baño maría.
• Envasado en caliente: En este caso, el alimento se guarda caliente en el envase y luego se le agrega líquido (agua, almíbar, zumo) también muy caliente, cierra bien los jarros y estarán listos para el baño maría.
Debes dejar un poco de espacio libre en el jarro de conserva, normalmente el espacio de abertura a rosca. Esto se debe a que un jarro totalmente lleno podría estallar. En el caso de verduras trozadas, esto no tiene importancia porque cuando la verdura se ablande durante la cocción quedará el espacio necesario. Debes preocuparte de que no queden burbujas de aire en el interior.
3. Deja los jarros en una olla con agua hirviendo y espera el tiempo que sea necesario. Este puede variar de acuerdo al altitud del nivel del mar en tu zona.
Los jarros no pueden tocar la base de la olla, para ello coloca un protector o rejilla que los mantenga a medio centímetro. También tienen que estar separados entre sí unos 2 o 3 centímetros.
La olla debe cubrir los jarros en unos 3 centímetros y dejar el mismo espacio de aire disponible sobre ellos. De no ser así, tendrás que buscar una olla más grande o pequeña, dependiendo del caso.
4. Retira los jarros cuando haya transcurrido el tiempo indicado, y deja que se enfríen.
5. Presionando las tapas, comprueba que los jarros tengan el vacío correcto. Si escuchas un “pop“ significa que no lo tienen y tendrás que consumirlo en unos días.
6. Etiqueta los jarros con la fecha de envasado. Las conservas caseras se pueden mantener entre 6 y 9 meses. Antes de consumir comprueba que el vacío aún existe: si la tapa del jarro hace “pop” cuando lo presionas, la conserva no debe consumirse.
A continuación podrán ver un vídeo donde aprenderán cómo aplicar esta técnica en verduras crudas como los calabacines.
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