En el mundo de la cocina existen distintos términos para referirse a los tipos de corte para verduras y otros alimentos, como, por ejemplo, Juliana, bastones, chiffonade.
Las técnicas van variando de acuerdo a lo que se va a cocinar, pero algunos especialistas en el tema plantean que la forma en la que cortemos la zanahoria o la cebolla podría influir en su sabor.
Según lo informado en el portal NPR, al cortar de cierta forma, alteramos la capa externa de cada alimento, lo que influye en la manera en que nuestras papilas gustativas captan el sabor.
En el artículo, Charles Forney, psicólogo canadiense con especialidad en temáticas de agricultura, explica que cada verdura tiene una reacción química al ser rebanada. El corte rompe células y se liberan enzimas, acción que nos permite percibir los olores y sabores.
Mientras más pequeñas y delgadas sean las rebanadas, más reacciones químicas se provocarán y podrás notarlo cuando cada vegetal interactúa con los demás ingredientes de la receta.
El chef estadounidense Bill Fuller comentó a NPR sobre el tema, y él cree que hay que respetar cada textura para sacar el mayor provecho. Por ejemplo, el rábano cortado demasiado fino pierde su parte crujiente.
Información que deberíamos considerar cuando cortamos coliflor, brócoli o repollo, ya que esos alimentos contienen sulfuro y eso hace que luego de consumirlos, nuestro estómago e intestinos se llenen de gases.
Si los cortas en trozos demasiado pequeños, probablemente la reacción gaseosa sea mayor, así que si tienes problemas de hinchazón, corta estas verduras lo más grande posible.
Comparte este artículo con tus amigos, no imaginarán la importancia de este detalle.
