Los tiempos que estamos viviendo y la rapidez de la vida moderna afectan a nuestra alimentación, no hay novedad en ello. Muchas veces comemos rápido o cualquier cosa en la colación del trabajo y otras veces nos vemos obligados a tomar el plan B, porque no hemos descongelado la carne que queríamos usar y ya no hay tiempo. ¿A quién no le ha pasado?
Bueno, todo eso cambió, porque de este vídeo en adelante se acabó el acudir al plan B, ya que existe un truco más que bueno que nos ahorrará los problemas de tiempo. No es necesario que tengamos grandes artilugios para llevar a cabo esta maravilla. Sólo hacen falta bolsas de congelado y un poco de agua.
Si ya congelamos la carne en estas bolas, perfecto. Si no es así, mete la carne que quieras usar en una bolsa de este tipo, tal y como nos indican en el vídeo.
El secreto está en el agua. Si la llevamos a un punto cercano a la ebullición todos nuestros problemas de tiempo y prisas estarán solucionados. Meter las bolsas con la carne que queremos dentro del agua casi hirviendo hará que se descongele en cuestión de segundos. Aunque puedes verlo a simple vista, puede resultarte útil el uso de un termómetro para confirmar que el agua no está hirviendo. Es importante que no la dejemos hervir porque entonces la carne podría empezar a hacerse y lo único que queremos es que se descongele.
La chef del vídeo muestra cómo el termómetro marca 140º Fahrenheit , que equivalen a 60º Celsius, momento adecuado para meter la carne en el agua.
La chef recomienda no dejar la carne en el agua más de 45 minutos y con cortes como la pechuga de pollo es suficiente con unos 10 ó 12. La carne se descongela, pero no da tiempo a que se desarrollen bacterias y no afecta al sabor una vez que se cocine.
No tener tiempo para descongelar las carnes acaba de pasar a la historia. Problema resuelto. Probablemente un truco así te salve en más de una ocasión, sobre todo en fechas como las que se acercan en fin de año.
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