El día de hoy les presentamos este artículo que demostrará que una galleta demás o beber otra copa de vino se puede ver reflejado en tu rostro. Porque no sólo podemos ponernos a pensar todo el tiempo en el peso solamente. Nuestro rostro es importantísimo y debemos cuidarlo, es por eso que decidimos mostrarte cómo con tan solo una mirada se puede descubrir qué alimentos comemos en exceso. Vamos a ver la galería:
Cara de “vino”
El vino contiene mucha azúcar y probablemente también contenga pesticidas y sulfitos, por ello el alcohol provoca deshidratación. El cuerpo pierde agua, el hígado trabaja en exceso y al día siguiente tendrás problemas estomacales. Como consecuencia, tu piel lucirá demasiado arrugada, roja y flácida. A largo plazo, el consumo frecuente y excesivo de alcohol puede alterar el funcionamiento de las bacterias intestinales y causar muchas enfermedades.
Para detenerlo, no consumas alcohol al menos durante 3 semanas. Será el tiempo suficiente para que tu piel se restablezca. Y luego sigue la regla 80:20. Esto significa que te permitas una o dos copas por semana en el 20% de los casos y en el 80% rechaces el alcohol.
Cara de “leche”
Con la edad perdemos una gran cantidad de enzimas que nos ayudan a digerir la lactosa, lo cual provoca inflamaciones en todo el cuerpo, entre ellas, en el rostro.La leche agregada al café o una porción de helado puede afectar seriamente el color de tu rostro, incluso si no tienes intolerancia a la lactosa. Si te has dado cuenta que tu cara se ve hinchada y con sueño, y tu piel luce pálida e irregular, evita consumir alimentos lácteos durante unas semanas para ver cómo se reflejarán los cambios en tu aspecto físico. Verás la diferencia.
Cara de “azúcar”
Solo existe una manera de lograr tener una piel perfecta: reducir el consumo de azúcar hasta el mínimo. Además de ayudarte a subir de peso, el azúcar también influye en el estado de la piel. Intensifica la glicación que es el proceso en el que el exceso de las moléculas de glucosa se pegan al colágeno, lo dañan y lo vuelven poco elástico. Precisamente este proceso acelera el envejecimiento de la piel, ayuda a la formación de las arrugas y altera la pigmentación.
Cara de “gluten”
Todas estas señales pueden ser un síntoma de que tu organismo no es capaz de digerir el gluten, la proteína que se encuentra en alimentos como trigo, centeno, avena, cebada, así como también en la base de bebidas como cerveza, whisky, vodka, etc.
Para averiguar si de verdad tienes intolerancia al gluten, saca de tu dieta durante 2-3 semanas los alimentos que lo contienen y sigue los cambios en tu piel. Si dentro de 2 semanas de la dieta sin gluten tus síntomas no han desaparecido, lo más probable es que tengas intolerancia hacia otro alimento, pero de todas formas, es mejor decirles no a los carbohidratos rápidos y horneados de harina blanca.
Comenta y comparte este artículo.