Si nos paramos cerca de este árbol, lo más probable es que su delicioso aroma nos cause impresión y al ver sus jugosas frutas vamos a querer darles una mordida. Bueno, no podemos hacer eso por nada del mundo ya que un sólo bocado de esta delicia puede provocar tu muerte.
Su nombre es árbol del manzanillo o Hippomane mancinella y es considerado según el Libro Guinness de Récords como el árbol más peligroso del mundo.
La razón es que el manzanillo contiene una cantidad extremadamente alta de forbol, un agente irritante de gran potencia, que hace que acercarse a él sea demasiado peligroso para la salud. El peligro no solamente está sólo en comer sus frutas, ya que el simple hecho de reposar bajo sus ramas irrita la piel y los ojos, porque su polen es cáustico. Y tocar su corteza puede provocar quemaduras de segundo grado. Así de peligroso.
Resguardarse bajo sus hojas cuando llueve también es fatal, ya que el agua filtrada diluye su veneno convirtiéndose en una especie de lluvia ácida extremadamente corrosiva. Su madera tampoco puede usarse como leña, porque el humo causaría problemas respiratorios y ceguera temporal.
Debido a su peligro, las autoridades se han visto obligadas a anunciar los posibles riesgos con carteles, ya que nada en su aspecto o aroma delata lo mortal que puede ser. Los indígenas lo apodaron “el árbol de la muerte” e impregnaban las puntas de sus flechas con su savia para usarla como arma.
En 1678 el escritor John Esquemelin narró esto: “Un día, cuando estaba extremadamente atormentado por los mosquitos y jejenes, y aún ignorante sobre la naturaleza de este árbol, corté una rama para que me sirviera de abanico, pero se me hinchó y se me llenó de ampollas toda la cara, como si me hubiera quemado, a tal grado que estuve ciego durante tres días”.
El árbol es originario de Mesoamérica y de las islas del Mar Caribe y su crecimiento se extiende desde Florida, EE.UU., hasta Colombia. No obstante, en la actualidad se encuentra en peligro de extinción.
La razón por la que este árbol está en peligro de extinción es porque debido al daño que genera su contacto o consumo accidental y los lugareños han preferido arrancar estos árboles para protegerse. Lo que ha hecho que el número de ejemplares disminuya. Por un lado, precisamente su veneno le ha permitido perdurar, pero por otro también está destinado a desaparecer. Un curioso dato que probablemente no sabías.
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