Hoy vamos a explicarte la preparación de un rico plato de pechugas en salsa de queso que será tu gran especialidad y a tu familia le va a encantar. Una receta fácil y sobre todo muy práctica que no necesita de mucho tiempo.
El pollo con salsa de queso y cebolla se puede combinar con cualquier tipo de acompañamiento y es tan elegante que incluso lo podrás preparar para una ocasión especial, sin que nadie se entere de lo sencillo que es.
Ingredientes
2 Pechugas de Pollo
2 Dientes de Ajo
100 Mililitros de Crema de leche
100 Gramos de Queso en polvo
1 Cebolla
1 Chorro de Aceite
1 Pizca de Sal y Pimienta
1 Rama de Perejil fresco
Preparación:
Presentar todos los ingredientes en la mesa de trabajo de la cocina, así nos aseguramos que no falta ninguno.
Luego trocear las pechugas en cubos o tiras. Lo ideal es que sean piezas de un bocado.
Calentar un sartén con aceite de oliva, salpimentar los trozos de pechuga y freír el pollo lo suficiente para que se hagan por afuera pero no por dentro, es decir que se sellen. Al ver que los trozos empiezan a dorar, retirar y reservar.
Picar la cebolla junto con los dientes de ajo y hacer un sofrito en el mismo sartén donde cocinamos la pechuga. Poner un poco de sal y mantener la cocción hasta que se sofría la cebolla sin que llegue a caramelizarse.
Luego añadir el queso y dejar que se funda, será muy rápido. Luego agregar la crema y mezclar muy bien.
Dejar dos minutos sin parar de revolver y dependiendo el espesor que queramos, podemos corregir nuestra salsa de queso con más o menos leche. Cuando la salsa esté en su punto, incorporar el pollo que tenemos reservado y mezclar. Mantener la cocción un par de minutos más y listo.
Emplatar el pollo con salsa de queso y cebolla espolvoreando un poco de perejil picado y a disfrutar.
Como acompañamiento servirá cualquier vegetal o cereal que nos permita aprovechar toda esa rica salsa, así que te recomendamos preparar arroz y quedará riquísimo.
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