El Aloe Vera es una planta medicinal por sí sola que nos puede entregar un sin fin de beneficios, sin embargo no siempre podemos encontrarla fácilmente, por eso si tenemos la oportunidad de tenerla en nuestras manos, lo mejor sería congelarla y guardarla para cuando la necesitemos.
¿Cómo la congelamos?
Si congelamos el gel que está dentro de la planta podremos conservar todas sus propiedades esenciales por mucho más tiempo.
Implementos
- Aloe vera natural
- Cubeta de plástico
- Cuchillo afilado
- Cuchara
Preparación
- Con ayuda del cuchillo afilado retirar la piel del exterior. Tener cuidado con las púas que tiene.
- Con la cuchara retirar la pulpa translúcida y colocarla en los espacios de la cubeta de plástico.
- Una vez que la cubeta esté llena, cerrarla y llevarla al congelador.
Algunos consejos para aumentar su durabilidad
- Añadir jugo de medio limón a la cubeta de plástico.
- Añadir vitamina E a la cubeta de plástico, se puede encontrar en una farmacia en forma de cápsulas.
¿Cómo usarla?
- Aplicarla sobre alguna quemadura pequeña.
- Usarla sobre los pies hinchados o las várices inflamadas.
- Aplicar sobre ampollas o rozaduras en los pies a causa de los zapatos.
- Usar regularmente sobre los granos o cicatrices del acné.
- Mezclar con otros ingredientes para realizar cremas o mascarillas caseras.
- Aplicar bajo los ojos para reducir las ojeras o inflamaciones.
- Tomar como infusión para aliviar estreñimientos, añadir gotas de limón o un poco de miel.
Esta técnica de congelar el aloe es muy práctica y efectiva, no debes olvidarte de ella y disfrutarás sus beneficios. Compártelo con tus amigos.