¿Sabías que no hace mucho se creía que todos teníamos el mismo tipo de sangre? Solo hace unos cientos de años atrás se descubrió que cada uno llevaba consigo uno de los cuatro tipos existentes de sangre y eso indicaba el legado de nuestros antepasados.
La capacidad que ha tenido el hombre para adaptarse a los cambios ambientales a lo largo de todos los años que ha habitado la Tierra, han creado nuevos tipos de sangre, de acuerdo al clima al que se ha sometido, a la comida y a las formas de vida.
De esta forma se entiende el tipo de sangre O como el más antiguo, luego le siguen el tipo A, el tipo B y el tipo AB es el más nuevo de todos.
De acuerdo a todo esto es importante saber que no todos los tipos de sangre pueden comer los mismos alimentos, a continuación sabrás qué es mejor comer para tu propio tipo de sangre.
Tipo O
Este tipo de personas tienen características de resistencia inmunológica y son más fuertes, ya que al ser el más antiguo, estas primeras personas que habitaron la Tierra eran nómadas cazadoras.
Su sistema digestivo conserva la memoria genética del tiempo primitivo, por lo que es ideal para mejorar la salud, una dieta rica en proteínas y abundante ejercicio físico.
Como en los primeros tiempos de la humanidad el cuerpo aun no estaba adaptado a los cereales (trigo o maíz), el cuerpo no es apto para este tipo de dieta, solo logra entorpecer o hacer más lento el metabolismo, por lo tanto no son recomendables.
Tipo A
Las personas con este tipo de sangre son más organizadas y cooperativas, ya que esta sangre apareció cuando el hombre comenzó a ser sedentario y agricultor.
Se consideran como los primeros “vegetarianos”, por lo que ni las proteínas ni los lácteos son muy buenos para ellos, los primeros hacen más lento el metabolismo y los segundos provocan una reacción insulínica muy fuerte.
Tipo B
Estas personas son creativas, flexibles y además presentan una mejor respuesta a momentos de estrés. La aparición de este tipo de sangre se asocia con la modificación del clima y de las poblaciones.
Ellos pueden consumir lácteos pero no deben abusar de los cereales.
Tipo AB
Esta mezcla entre el tipo de sangre A y el tipo B es el más reciente y las personas que lo tienen se caracterizan por ser sensitivos.
Es recomendable que consuman muchos vegetales orgánicos, pero son intolerantes a las frutas ácidas. Además deben evitar el trigo. Generalmente tienden a la hipoglucemia.
¿Conoces tu tipo de sangre? Averígualo y comienza a alimentarte como corresponde. Compártelo con tu familia y amigos.
