Es popular aquel dicho: “desayuna como rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”. Y no hay nada más cierto que eso. Lo sabes si nunca te saltas el desayuno: puedes mover montañas con tu energía. Y si no comes en la mañana, te cuesta un mundo lograr hacer las cosas de forma óptima.
Pues bien, a continuación te ayudaremos a configurar tu dieta (para que cenes como rey, almuerces como príncipe y cenes como mendigo), y que de esta forma seas tan eficiente y te sientas tan bien como sea posible.
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