La mantequilla de Irlanda es uno de los productos más conocidos de este país y lo mejor de todo es que puedes prepararla en casa con facilidad obteniendo una mantequilla casera, cremosa y con mucho sabor.
Luego de prepararla puedes utilizarla no solo para disfrutarla en tu desayuno, sino también para agregarla a tus recetas.
Ingredientes
- Nata líquida para montar 500 ml
- Sal 15 g
- Agua 200 ml
Preparación
- Lo más importante para hacer mantequilla en casa es la calidad de la nata por lo que debes elegir la mejor que puedas, porque el resultado se nota y mucho. Recomiendo la nata extra grasa o al menos de 35% MG.
- El primer paso es poner la nata en el vaso y comenzar a batir, primero despacio y progresivamente aumentando la velocidad. En pocos minutos, lo primero que ocurrirá será que la nata se montará, pero si seguimos batiendo, -unos diez minutos serán necesarios- pronto se separarán el suero de la leche y la mantequilla, quedando claramente diferenciados.
- Una vez tenemos la mantequilla separada, comenzamos a trabajar con ella para refinarla. Para ello lo mejor es utilizar un par de paletas de madera con las que aplastamos, doblamos y removemos la mantequilla, de forma que va escapando de su interior el suero que pueda tener atrapado. Es el momento ideal para probar y rectificar de sal, aprovechando que la mantequilla está muy blanda y manejable. Fijaos en la imagen cómo al mover y aplastar la mantequilla, primero se hace una pasta y después empieza a salir el suero.
- Después, eliminaremos ese suero, (o lo guardaremos para preparaciones de repostería) y añadiremos agua fría para lavar la mantequilla. Una vez lavada la mantequilla casera con el agua, volvemos a trabajar presionando con las maderas para volver a eliminar el agua o algo más de suero, repitiendo dos o tres veces el proceso.
- De los 500 ml de nata líquida, obtendréis aproximadamente 170 g de mantequilla casera. El proceso con las paletas de madera se puede hacer también poniendo la mantequilla sobre un colador y presionando con el dorso de una cuchara para que salga el líquido, ya sea el suero al principio, o el agua de lavar la mantequilla al final del proceso.
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