El moho es un hongo que suele crecer con mucha facilidad en condiciones húmedas y cálidas. Por eso, a menudo puede aparecer en algunos alimentos (como frutas, verduras, pan o mermeladas) creando esporas de un color verde, blanco o grisáceo.
Sin embargo, algunos mohos pueden ser beneficiosos, como por ejemplo, los que se vinculan con la producción, maduración y curación de quesos que le dan su sabor y aroma tan característico, además pueden usarse para fermentar la salsa de soja o incluso para preparar pan, cerveza o vino. Aunque hay algunos que pueden producir micotoxinas, sustancias tóxicas perjudiciales para la salud.
Por eso es importante saber cuáles alimentos con moho no se deben consumir bajo ninguna circunstancia. El Departamento de Agricultura de EE.UU entrega las siguientes recomendaciones:
Deben desecharse:
- Productos cárnicos de fiambrería, tocinería o salchicas: estos alimentos tienen un alto contenido de humedad; por ende pueden estar contaminados por debajo de la superficie. Pueden contener bacterias que esten creciendo junto al hongo.
- Sobrantes cocidos de carnes y aves (como guisos): pueden estar contaminados bajo la superficie.
- Granos cocidos y pastas.
- Quesos hechos con hongos (Roquefort, blue, Gorgonzola, Stilton, Brie, Camembert, etc).
- Quesos blandos (cottage, queso crema, Neufchatel, chevre, Bel Paese, etc) en trozos molidos o rebanado: ya que pueden estar contaminados por debajo de la superficie. Además ten en cuenta que pueden contaminarse con el cuchillo.
- Yogurt: por su elevado contenido de humedad.
- Mermelada: ya que los hongos pueden estar produciendo micotoxinas que son las principales contaminantes naturales de los alimentos, los cuales bajo ciertas circunstancias pueden provocar intoxicaciones con efectos carcinogénicos y mutagénicos, con efectos similares a los causados por la exposición a pesticidas o residuos de metales pesados.
- Frutas y vegetales “blandos”: como los pepinos, los melocotones o los tomates.
- Pan y horneados, pueden estar contaminados al ser tan porosos.
- Frutos secos o mantecas de frutos secos: el maní es uno de los alimentos con más posibilidades de desarrollar los mohos que producen las aflatoxinas, las toxinas más peligrosas que se vinculan con un mayor riesgo de cáncer de hígado.
Pueden utilizarse:
(Corta la parte afectada y utiliza lo sano)
1. Salame duro y jamón curado seco: es común que crezcan hongos en las superficies de estos alimentos, pero puedes comerlos si los quitas de ella.
2. Quesos duros: puedes seguir usándolo. Corta al menos una pulgada alrededor y por debajo del área del hongo, sin tocarlo con el cuchillo y luego vuelve a colocarlo en un recipiente limpio.
3. Frutas y vegetales “duros” como el repollo, las zanahorias, etc. Por lo general, a los hongos les resulta difícil penetrar en alimentos densos y con bajo contenido de agua. Para usarlos, corta al menos 1 pulgada debajo del área donde creció el hongo.
¿Qué hacer cuando te das cuenta que hay moho en algún alimento?
- Nunca aspires el alimento, ya que puede producirte problemas respiratorios.
- Coloca el alimento en una bolsa, cierra y ponla lejos del alcance de niños y animales
- Limpia bien el refrigerados y cualquier utensilio que haya estado en contacto con el alimento.
- Conserva los alimentos no contaminados en lugares con buena ventilación, temperatura y humedad.
- Procura no comprar alimentos de más para evitar que se echen a perder y por lo tal que se terminen desperdiciando.
Esperamos que estos consejos te sirvan y que mantengas tu salud en el mejor estado posible. Comparte esta útil información con tus amigos.
