Más allá de que esta exquisita bebida represente el despertar para muchos y que sin él , literalmente, no puedan reaccionar en las mañanas, la verdad es que para millones de personas alrededor del mundo, en países como Colombia, Brasil, Burundi, Etiopia o Ruanda el café representa la principal fuente ingreso para miles de familias que por generaciones han cultivado este grano.
El Banco Mundial confirma estas tradiciones centenarias a través de cifras : “Colombia produjo en 2013 más de 650 millones de kilos de café. Por su parte en Burundi, la mitad de sus casi 9 millones de habitantes dependen del café”.
De acuerdo al programa de investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria: “El café arábico, la variedad gourmet de alta calidad más popular con un 70% de participación en el mercado mundial, se verá afectado significativamente por los aumentos de más de dos grados centígrados de temperatura y los cambios en la frecuencia y cantidad de las lluvias, previstos para el año 2050.”
Quizás ya hayas oído sobre esto, pues varios estudios de las últimas décadas aseguran que los cultivos de café son muy sensibles al aumento de las temperaturas, la variación en las precipitaciones y la aparición de nuevas enfermedades vegetales que se asocian al cambio climático.
Etiopía
Según un artículo desarrollado por científicos de universidades del Reino Unido y Etiopía publicado recientemente por la Revista Nature: “Se demuestra que el 39-59% del área de crecimiento actual podría experimentar cambios climáticos que son lo suficientemente grandes como para hacerlos inadecuados para el cultivo del café, en ausencia de intervenciones significativas o factores de influencia importantes.”
La solución está más arriba
Oriana Ovalle, especialista en cambio climático del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), nos indica que: “En general, los cultivos de café tendrán que trasladarse entre 300 y 500 metros más arriba dependiendo de su ubicación actual para sobrevivir”.
El problema es que esto es viable en países como Etiopía o Kenia, en donde se originó esta variedad de café y las elevaciones alcanzan hasta 2.400 metros por sobre el nivel del mar. Pero en países como Brasil, por ejemplo, ya se cultiva en lugares bajos y no puede trasladarse a mayores alturas.
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