Cundo vamos a un restaurant y ordenamos alguna comida o algo para beber y no nos traen lo que pedimos o simplemente nunca llega a nuestra mesa, entonces pensamos que jamás volveremos a ese local por su “mala atención”.
Sin embargo qué pasaría si todos los camareros que trabajan en el local sufren de demencia senil o alzheimer. Quizás sería bastante difícil su funcionamiento y más aún, su triunfo como restaurant.
El 2 de junio, en el distrito de Toyosu en Tokio, abrió sus puertas un restaurante pop-up llamado “El restaurante de los errores en el pedido”. Su nombre es una referencia al cuento clásico japonés “El restaurante de los muchos pedidos” del escritor Kenji Miyazawa. Su principal atractivo es que pidas lo que pidas, nunca sabes qué es lo que te va a traer el camarero.
Con esta práctica se intenta educar en la paciencia y la tolerancia, a la vez de concienciar a la comunidad sobre la enfermedad.
Los restaurantes pop-up son locales que desarrollan su actividad durante un corto espacio de tiempo. A veces permanecen abiertos unas semanas o tan solo unos días. En este caso la actividad duró del 2 al 4 de junio.
Este tipo de locales tienen espíritu de instalación artística, performance y conciencia social.
Todos los camareros que trabajaron allí tienen alzheimer o algún tipo de demencia senil.
Cuando ibas, sabías que pidieras lo que pidieras, podía que te trajeran otra cosa.
La Blogger Mizuho Kuno visitó este restaurant pop-up y quedó maravillada.
Ella pidió una hamburguesa y sin embargo le trajeron unas empanadillas gyosa. De todas formas dijo que fue la mejor experiencia de toda su vida.
El objetivo del restaurant es fomentar la comprensión ante una enfermedad tan desconocida.
Fue tal el éxito que planean abrir otro el 21 de septiembre, el día mundial del alzheimer.
Los clientes aseguraron que en ningún otro lugar los habían atendido con tanta dedicación y simpatía.
Ser comprensivo y paciente es esencial para lidiar con esta enfermedad.
¿Irías a un restaurant así?
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