La Comida Rápida Durante El Embarazo Y La Infancia

Muchas familias van a comer comida rápida, al menos, una vez a la semana. Pero, ¿es recomendable?

Como la mayoría sabrá, la obesidad y el colesterol infantil cada vez más va en aumento. Aún cuando muchos casos se deban a causas hereditarias, es un problema latente.

Debemos recordar que somos nosotros los que decidimos qué comer y qué pueden comer los hijos. Por eso es nuestra responsabilidad que queramos que tengan una vida sana o no. Con nuestro ejemplo, enseñaremos a las nuevas generaciones sobre buena alimentación y salud.

Por lo general, la comida rápida se compone de hamburguesas, nuggets, papas fritas, pizzas, hot dogs, refrescos y postres llenos de grasas saturadas, sodio y azucarados.

Pues acá nos debemos hacer las siguientes preguntas: ¿Se consideran una comida equilibrada?, ¿La pueden consumir las embarazadas?, ¿Cómo podemos mejorar el menú si queremos comer los productos tipo “fast food”?

¿Alimentación sana y equilibrada?

Depende mucho de cuántas veces se consuma en la semana y de lo que se come.

No se trata de no darse un gusto de vez en cuando, pero lo recomendable es ir esporádicamente. Por ejemplo, por un cumpleaños o un evento especial. El problema radica cuando se vuelve una costumbre familiar. Generalmente las familias van todos “los viernes a cenar a…”, porque esta comida crea una adicción, o sea, se convierte fácilmente en un hábito.

Una de las razones por las que atraen es por que es algo rápido de hacer, es comida abundante, muy económica, es llamativo para los niños. En estos lugares existen atractivos para ellos como parque de juegos dentro del lugar o regalos que vienen acompañados en el menú. Y bueno…porque ¡es rica!

La parte negativa es que son desequilibradas, son muy pobres en vitaminas, minerales y fibra. Muy altas en azúcares, proteínas, sodio y grasas saturadas. Por lo demás, estimulan el apetito y dejan una sensación de pesadez.

La forma de cocción en casi todas ellas es fritura, los postres generalmente son grasos y con mucha cantidad de azúcar; y agreguemos el azúcar del refresco. O sea, una bomba para nuestro organismo.

Y quizás como forma de demostrar que están preocupados de tu salud, ahora la mayoría ofrece menús “sanos” que incluyen ensaladas, frutas frescas y yogures.

¿Es bueno para las embarazadas?

Como se mencionó anteriormente, no pasa nada si se va de vez en cuando, pero cuando se trata de una mujer embarazada es imperativo que no consuma este tipo de alimentos. Siempre se les recomienda consumir lo más sano posible.

Lo que ocurre es que la mujer puede correr el riesgo de:

Aumentar de peso muy rápido.
Ese tipo de alimento no contribuye al desarrollo fetal. De hecho, se indica que puede reducir las conexiones neuronales.
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Adelaide, Australia, señala que los hijos de madres que consumen habitualmente comida rápida pueden nacer con una tolerancia adquirida a ese tipo de comida. Por lo tanto, existe un potencial riesgo de que sean consumidores en la edad adulta y de correr el riesgo de ser obesos y tener colesterol y triglicéridos altos.

¿Qué hacer si queremos comer comida rápida?

Se recomienda seguir ciertas pautas para que ir a estos lugares no se convierta en algo fatal para nuestro organismo; aunque ya sabemos que no aportan en nada. Se puede mejorar el menú de la siguiendo forma:

Elegir el menú pequeño. Evitar en lo posible “agradar” la promoción por unos pesos más.
Elegir la ensalada en vez de papas fritas.
Elegir la fruta fresca o un yogur como postre.
Elegir agua como bebida.
Controlar la cantidad de salsas que se le agrega. Éstas tienen muchas azúcares, sodio y grasa. Evitar en lo posible la mayonesa.
Equilibrar las comidas del día por unas más sanas si se planea salir a comer comida rápida. De otro modo, puede haber un exceso de calorías, grasa y azúcar en el organismo.