Con algunas nociones sobre buenos hábitos y vida saludable podríamos deducir que comer helado durante 100 días seguidos no tendrá consecuencias positivas.
El principal componente en todo tipo de helados y, más aún en los envasados, es el azúcar y la grasa, que sólo disminuye un poco si son elaborados de manera artesanal. Un helado regular contiene entre un 10 y 16% de grasa, proveniente de la leche con la que se prepara y una cantidad de azúcar adicionada que puede variar pero que siempre es abundante.
Teniendo todos estos datos en consideración, el coach estadounidense Anthony Howard-Crow comenzó un régimen de tipo experimental y decidió alimentarse casi exclusivamente de helado por 100 días.
Claro que este entrenador tenía un objetivo en mente y era demostrar que para lograr disminuir el peso corporal siempre es más relevante el recuento de calorías que la calidad de los alimentos que se consumen. Sin embargo; la conclusión demostró lo grave que puede ser para la salud, el cuerpo, la mente y el estado de ánimo someterse a una alimentación precaria en el aspecto nutricional.
En esos 100 días, Anthony consumió 2.000 calorías en cada día que eran complementadas con otras 500 calorías provenientes de suplementos de proteína. A su precaria dieta agregó el consumo de alcohol esporádicamente.
Anthony se ayudaba de las redes sociales para ir mostrando y documentando su mal llamado progreso. En efecto, redujo 15 kilogramos de peso. Sin embargo, no sólo dejó ver cómo bajaba de peso, sino que también se podía apreciar lo mal que se sentía a causa de su alimentación extrema.
Comenzó a sentir agotamiento extremo a mitad de los 100 días, debido al déficit nutricional intencional al que estaba sometiéndose, por lo tanto dejó de entrenar. Entonces, las consecuencias fueron mucho peores:
Acá te listamos los efectos negativos que la prueba le produjo:
- A los 50 días, cansancio extremo
- A consecuencia del cansancio, renunció al entrenamiento
- Reducción en los niveles de tetosterona
- Pérdida de mucha masa muscular.
- Comenzó a tener pésimo humor
“Esta dieta fue, sin duda, la aventura más miserable que he emprendido”, fueron sus palabras al terminar la prueba. Anthony tenía una meta y era demostrar que no era tan importante la calidad de los alimentos sino su cantidad, pero terminó demostrando y viviendo en carne propia lo opuesto. Además pudo notar que, estar delgado no es sinónimo de ser una persona saludable. Por lo que podemos enfatizar que siempre es mejor seguir una dieta balanceada e integral, que incluya muchos vegetales y alimentos frescos, además de escuchar a nuestro cuerpo, pues está demostrado que si te alimentas bien, te sientes bien.
¡Nadie va a querer imitarlo!