La cultura oriental aún mantiene secretos sobre belleza y salud que en el mundo occidental aún no conocemos. Muchos de ellos tienen relación con la alimentación podría explicar la calidad de vida que siempre hemos admirado de las culturas de oriente.
Algunos de estos secretos se pueden aplicar de manera muy fácil, más de lo que creemos. Por ejemplo, sólo debemos poner una cucharadita de u condimento japonés en nuestras comidas y de esa manera mejoraremos notablemente nuestra salud.
Dicho condimento se llama “Miso” y es una pasta vegetal derivada de la fermentación de la soja, a la que también se le puede agregar un cereal como el arroz durante la preparación. El miso es, debido a sus propiedades, una verdadera joya para la alimentación; razón por la cual es muy recomendado por especialistas en alimentación saludable.
No sólo aporta sabor a las comidas, sino que también es muy reconocido por sus beneficios digestivos, energizantes, alcalinizantes de la sangre, nutritivos del sistema nervioso, regeneradores de la flora intestinal y desintoxicantes (es capaz de eliminar residuos de nicotina, de polución ambiental e incluso de elementos radioactivos) Es recomendado para casos de diarreas o estreñimientos y para enfermedades cardiovasculares, demás es útil para eliminar los radicales libres y mejorar el aspecto de la piel.
El miso posee enzimas, carbohidratos, lípidos, vitaminas, minerales, proteínas, aminoácidos esenciales y minerales como el magnesio y el calcio.
¿Cómo se consume?
El mismo puede agregarse fácilmente en sopas, caldos o usarse para condimentar cereales, legumbres y vegetales. No debe hervirse o cocinarse ya que pierde sus propiedades.
Puede adquirirse en tiendas naturistas y al usarse muy poco, puede durar mucho tiempo.
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