Cuando se trata de tomar agua, por lo general, la tomamos directo de la llave. Y si no está bien tratada, suele estar llena de sustancias negativas para la salud (cloro, arsénico, dioxinas y mercurio). De hecho, según expertos, el agua puede contener hasta 80 elementos contaminantes. En algunos países, el agua de cañería contiene perclorato, que es una sustancia que se usa en el combustible de los cohetes espaciales. Increíble, pero cierto.
¿Conoces el agua alcalina?
Se trata de un agua libre de químicos perjudiciales para nuestro cuerpo y le permite restaurar su alcalinidad, es decir, lo opuesto al acidificante. Al tener un nivel equilibrado de alcalinidad en el cuerpo, nos protegemos de los radicales libres y, así, contribuimos a la prevención contra la diabetes, la obesidad y el cáncer, entre otras enfermedades.
Para lograr un equilibrio en nuestro organismo es necesario llevar una dieta alcalina que incluya alimentos y bebidas poco acidificantes. La clave del agua alcalina es que impide que se cree ese ambiente acidificante en el organismo lo que evita que se desarrollen algunas enfermedades.
El agua alcalina puede consumirse a diario. Y la puedes hacer en tu casa con dos métodos rápidos y sencillos.
1.Con bicarbonato
Debes agregar media cucharadita de bicarbonato en aproximadamente 3 litros de agua filtrada. El bicarbonato aumenta los niveles de sodio, por lo que si eres diabético o tienes problemas en los riñones, debes consultar con tu médico sobre el consumo de bicarbonato.
2. Con Limón
Debes cortar un limón en octavos, agregarlos al agua y tapar el recipiente. Dejar reposar unas 8 a 12 horas a temperatura ambiente.
Pon en práctica estos métodos y anímate a ingerir agua alcalina a diario. Tu cuerpo te lo agradecerá.
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