Consumir esta fruta puede ser una señal de un modo de vida más saludable. Esto se debe a que la manzana es una buena fuente de vitamina C, fibra soluble y flavonoides.
Puede comerse como postre, en el desayuno, como snack a media mañana, cuando sentimos ansiedad o hambre, para antes de dormir o previo a hacer deporte. No aporta cantidades significativas de calorías o azúcares y se puede consumir a cualquier edad. Para que disfrutes de sus maravillosas propiedad, te enseñaremos a preparar una mermelada casera que cualquiera podría hacer debido a su sencillez.
Porciones / número de personas: 8 personas
Tiempo de Preparación: 60 minutos
Tiempo de cocción: 45 minutos
Ingredientes
250 gr. de azúcar
750 gr. de manzanas
1 cucharadita de canela
Medio limón
Esencia de vainilla
25 gr. de mantequilla
Preparación
Lo primero que debemos hacer es lavar las manzanas y pelarlas. A continuación, las partimos en trozos no demasiado grandes, apartando la parte del corazón y la piel, que reservamos.
En un bol ponemos el zumo de medio limón y los trozos de manzanas. Aparte, ponemos una cacerola a fuego medio y le agregamos un poco de agua. Cuando esté hirviendo añadimos el corazón y la piel. Dejamos al fuego cinco minutos y después, escurrimos la piel y el corazón, y recogemos el zumo que sueltan.
Ponemos este zumo en la olla que hemos utilizado anteriormente, pero sin agua. Lo dejamos a fuego medio y vamos echando el azúcar, dando vueltas sin parar, hasta que esté caramelizado.
Apartamos el azúcar caramelizado del fuego y le añadimos la mantequilla. Removemos constantemente, y echamos ese almíbar sobre los trozos de manzanas que teníamos en un bol con el zumo del medio limón.
Ponemos inmediatamente las manzanas con el caramelo a fuego fuerte y vamos dando vueltas durante cinco minutos. Después, bajamos el fuego, le añadimos la nuez moscada, la esencia de vainilla y la canela, y dejamos que la mermelada se siga haciendo durante treinta minutos aproximadamente, revolviendo de vez en cuando, para que los trozos de manzana se vayan deshaciendo.
Cuando hayamos conseguido la textura deseada, vertimos la mermelada en un recipiente de vidrio.
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