Las patatas fritas son el snack por excelencia, el mejor aperitivo que podrías imaginar, ideales para acompañar el sandwich de la cena, amenizar una tarde de cine o una reunión de amigos.
Su variedad es tan amplia que puedes encontrar de todas las formas y sabores que imagines, por lo que su calidad no depende ya sólo de la calidad de las patatas o del aceite utilizado.
Hay variaciones de patatas sabor ajo, jamón, queso, hierbas, chorizo, campesinas, con pimienta negra, ketchup o barbacoa. Pero eso es una variedad mínima, que se ha vuelto el estándar en la mayoría de los países.
Lo realmente curioso son los sabores que te mostraremos a continuación, presentes sólo en algunos países del mundo, y que serían una muy buena idea para importar.
Reino Unido
Las “crisps” (como llaman a las patatas fritas de bolsa) son muy veneradas y generalmente tienen un pasillo completo dedicado para ellas. Hay papas fritas sabor a chile, a chocolate, tocino ahumado y cóctel de gambas.
Pero los clásicos son, por un lado, las papas fritas con sabor a queso y cebolla, que se sofistican hasta lo impensado con versiones con queso de cabra y mermelada de chile, cheddar y cebolla caramelizada, cebolla morada, chutney de cebolla o cebollín.
Por otro, está el sabor a sal y vinagre que se expande en sal marina, vinagre balsámico, de manzana y pimienta negra.
Y la variedad de patatas con sabor a chile es larguísima: a chile dulce, le podemos sumar lima y coco, pimiento rojo, albahaca dulce aromático, crema agria y otras variedades de chile (como el tailandés, en versones dulce y picante).
También hay sabores a pesto y queso mozarella, ahumado a la barbacoa, chipotle dulce mexicano, crema agria y pimiento o cebolla dulce, ajo ahumado con queso camembert asado, pato Gressingham, queso mozzarella y burrata, y cacao y ron. Y eso son sólo algunas.
China
Los sabores exóticos son su especialidad: las hay sabor pepino, de carne a la italiana, pollo con tomate a la mexicana, y limón.
Junto con ello, los gigates productores de patatas lanzan ediciones limitadas de sabores estrambóticos. Dos ejemplos emblemáticos: sopa de pescado agria y picante, y pollo y Pepsi.
Japón
Hay sabores a maíz tostado, algas saladas, wasabi, ciruela ácida, mayonesa y yuzu-shoyu (salsa de soya). Y esos son los más comunes.
Las que causan mayor furor entre los nipones, eso sí, son las papas fritas al consomé. Si bien la marca Calbee es la dominante, Jagariko da buena pelea con sus patatas en forma de barrita y con sabores como calabaza gratinada, huevas de bacalao con mantequilla o salsa de soya con wasabi.
Estados Unidos
Puede que, después de ver la variedad de sabores de Asia, pienses que norteamérica no te va a sorprender. Por supuesto que acá encontramos los no tan alocados sabores de tocino y jarabe de arce, o queso cheddar y cerveza. Pero también hay sabores de papas fritas que te dejarán sorprendido: papas sabor a café, canela y cacao o a capuchino.
También hay sabor a ppeperoni, jalapeño, chipotle, curry rojo, ajo tostado, jengibre y wasabi, cangrejo y queso italiano con hierbas y (cómo no habíamos pensado en esto) patatas que no son patatas sino pita.
Argentina
En esta parte del cono sur, las papas que más triunfan son las sabor a ketchup, pizza y queso, lomo con cebolla caramelizada, queso crema con cebolla, pollo al limón y mozzarella con tomate y albahaca.
Suecia
Las patatas fritas sabor a triple de cebolla (cebollas rojas asadas con cebollas de primavera y un toque de ajo silvestre) son exquisitas, igual que las sabor a taco y crema agria, salsa sriracha y las con sabor a pimientos dulces picantes.
¿Ves? la variedad es increíble y hay mucho que probar. Ahora quiero viajar por el mundo sólo para comerlas todas.
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