Conmovedora Historia De Emprendedores De Cocina Casera Que Atienden Clientes Con Un Gran Cariño

Hacer comida casera con cariño y prepararla para enviar en a domicilio es un modelo de negocio que en estos tiempos en que casi no tenemos tiempo para cocinar y nos gustaría comer en el trabajo como si estuviéramos en casa. Hoy queremos contarles la conmovedora historia de unos emprendedores de cocina casera que tratan a sus clientes con el mismo cariño que a su comida.

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Hace unos años, un joven emprendedor, Efrén Álvarez, pasó de ser un joven que trabajaba como auditor en PriceaterhouseCoopers a hacerse popular gracias a su paso por el programa de cocina “Mastert Chef”. Terminado el programa, se le ocurrió la idea de comenzar con una empresa de comida casera a domicilio con su amigo Andrés Casal. Juntos fundaron Wetaca.

Hacer platos con cariño, cuidando los detalles

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Este es el secreto del éxito de Wetaca, la empresa de Efrén y Andrés, que prepara diariamente una gran variedad de platos para ofrecer un menú semanal. Cada siete días, cambian los platos y no los repiten durante un mes. Buenos productos, técnicas bien realizadas y elaboraciones cuidadas.

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Cuidar a la clientela

Esta la razón por la que hemos querido contarles su historia. Olga,una buena amiga de una compañera de trabajo, nos contó que ella era usuaria habitual de los servicios de Wetaca y que cada semana encargaba el menú para la semana usando su sitio web.

Cada siete días, recibía su pedido en el trabajo, donde le era más cómodo organizar sus recipientes para la semana. Un día Olga se enteró que la iban a despedir y no iba a poder continuar comiendo en su puesto de trabajo. Entonces, contactó a Wetaca para anular el pedido, debido a su nueva situación.

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Se comunicó a través de la red Twitter, de forma rápida  y no solo le devolvieron el dinero del pedido sino que le mantuvieron el pedido semanal sin costo, cambiando la dirección de entrega al domicilio de Olga. Este gran gesto hizo que quisiéramos contar la historia que nos ha conmovido

Olga fue contactada para que contara cómo había sido esta historia en primera persona y  dijo que además de esto, tenía otra anécdota sobre el buen trato que había recibido por parte del equipo de Wetaca unas semanas antes. Además, envió la captura de pantalla de las conversaciones en Twitter.

Otra anécdota: por un error de etiquetado, ella había pedido aguja de cerdo con salsa de vino blanco y en su lugar le llegó un recipiente con pescado en salsa de tomate. Olga envió un mensaje a Wetaca comentando lo ocurrido, y no solo le devolvieron el dinero, reingresándoselo en su cuenta de Paypal, también le enviaron un código de descuento para usar en pedidos posteriores. Lo divertido es que ese código de descuento era “SorryOlga

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Luego de aclarar el error, éste fue el mensaje que Olga recibió en su correo electrónico.

Buenas tardes Olga,
En primer lugar te pedimos disculpas por el error. Como te ha comentado mi compañero en twitter, ha sido una falla de etiquetado. Vamos a proceder a la devolución del dinero. Además, te hemos generado el código SORRYOLGA por valor del plato (5,95€) para que lo puedas utilizar en tu próximo pedido o en el que quieras. 

Disculpa las molestias. Esperamos que la merluza con piperrada, al menos, estuviera rica. Un abrazo,
El equipo Wetaca

Estos dos gestos muestran un lado humano que ojalá todas las empresas tuvieran con sus clientes. Claramente, la calidad del trabajo de estos emprendedores no se queda solo en la cocina, también se refleja en la atención a los clientes, a los que miman con el mismo cuidado que a sus productos.

 

Así deberían ser siempre en todos lados ¿cierto?