En el último tiempo, hemos escuchado habitualmente el término “alimentos genéticamente modificados” cuyo objetivo, en primera instancia, era terminar con el hambre en el mundo. Aunque la idea parece genial no todo es tan fantástico cuando se trata de los alimentos y su comercialización. Existen muchos mitos y realidades de lo que ocurre con estos alimentos, así que aclararemos algunos.
1. Causan más alergias
Este es información importante sobre los alimentos genéticamente modificados. Estudios han demostrado que las plantas que producen estos alimentos generan más alergias en ratones. Lo que claramente no es bueno para cualquier consumidor. Por más que estos alimentos sean considerados seguros, es importante generar un debate sobre lo beneficioso que es su consumo.
2. No se trata solo de plantas
Es muy importante tener en consideración que los alimentos genéticamente modificados no son exclusivamente plantas y vegetales. Los animales inyectados con hormonas para que sean más grandes o produzcan más leche también son genéticamente modificados y no muy saludables para quien consuma los productos provenientes de ellos.
3. Ciencia imprecisa
Esta ciencia es bastante nueva, por lo que no se conoce a la perfección y existen mucho detalles desconocidos. Aunque suene un poco alarmista, no sabemos los tipos de mutaciones que los alimentos pueden tener debido a estos cambios en sus genes.
4. Cosechas farmacéuticas
Existen ciertos experimentos entre las compañías farmacéuticas y las modificaciones genéticas en alimentos como el maíz. Esto es más barato y seguro que ciertos métodos de manufactura de algunos medicamentos. Pero, también, puede provocar una seria contaminación negativa.
5. Hambre mundial
Estos alimentos se promocionaron en un principio como la solución al hambre mundial, prometiendo acabar con ella. Realmente por si solos no podrían terminar con el hambre mundial y sería mejor concentrarse en métodos realmente efectivos para cosechar, lo que podría ser de igual valor alimenticio. Por que definitivamente no ha sido la solución.
6. No etiquetado
Estos productos no tienen un etiquetado donde diga que son genéticamente modificados. Esto es porque en realidad se les comercializa como productos 100% naturales.
7. Alto costo para agricultores
Aunque parece que producir estos alimentos es más barato, dada su producción y tamaño, puede resultar más caro para quienes utilizan estas cosechas, porque las semillas que no se hayan plantado no pueden reutilizarse, contrario a lo que sucedería con las semillas naturales . Algunas de éstas llegan a ser hasta 500 veces más caras que su precio original.
Recuerda que como consumidor tú decides qué comprar. Opta por locales donde se vendan alimentos orgánicos, de temporada.
¿Sabías todo esto?
